jueves, mayo 17, 2012

PARA AQUILES NAZOA, EL ALQUIMISTA

Aquiles Nazoa
17 de mayo de 1920 y sin fecha de despedida


En 1982 le escribimos un poema que, por un inolvidable gesto de fraternidad y de afecto, mis alumnos de la Escuela de Letras decidieron estampar en una de las paredes del segundo piso de la Facultad de Humanidades y Educación. En manos de ellos los versos se hicieron tropel y se fugaron en una ventisca hasta los predios donde cada mañana despierta un niño, descifrando el misterio de las libélulas. Y a ellos y a los que vendrán, se los vuelvo a entregar, para ese reencuentro con Aquiles, con su magia, con su canción de porvenir.

mery sananes


Para encontrarte aquiles
tendríamos que caminar de regreso
de las sombras y cabalgar
en un arco iris hasta tu alegría
tendríamos que hacer trayecto de
chicharra hasta tu canto
aprender oficio de farolero
para alcanzar la luz de tu traje
blanco traspasado tan sólo por el
fuego vivo de un clavel rojo
para subirnos hasta tus sitios
tendríamos que hacer nuestros
los secretos del mago y del alquimista
para correr hasta ti en un
caballito del diablo y detenernos
en tu ternura como un colibrí
para alcanzarte aquiles
hace falta que sepamos sonreír
que debajo de los rostros sombríos
hayamos aprendido a amar la dulzura
que se prende del corazón de los hombres
a escuchar los sonidos del
mar a ver el sol a través de una gota
de lluvia y detenernos en el rocío
que moja las hojitas más pequeñas de hierba
tendríamos aquiles que maravillarnos
con el lenguaje amoroso de tus muñecas
con el engranaje perfecto de la cajita
de música con el hilo que desenreda
el titiritero con los giros que baila
el trompo y la metra andariega
de barro y de tierra
tendríamos aquiles que enredarnos
en la clara mañana de tus sueños
para hacer allí equipaje de caballero
y armados de música y poesía emprender
el camino hacia el país en el que
estás en el mundo que habrá de venir
sabemos que andarás encendiendo estrellas
y esparciendo serpentinas por toda la tierra
y que en el hondo recipiente de tu corazón
andarás amasando pan de horno para todos
pero por más que nos tardemos aquiles
no dejes de aguardarnos entre cocuyos y risas
que estamos aquí cavando en las sombras
abriendo poco a poco túneles en la oscuridad
golpeando duro en todas las murallas para
alcanzarte y abrir contigo ese boquete ancho
por el que pasen todo los hombres hasta
la mesa puesta de tus sueños



1982

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