martes, abril 11, 2023

UN TIEMPO BORDADO AL DETAL



Quién se sentará en la mesa servida
de azahares a esparcir las viandas
del alma

Quién repartirá el vino de restañar
las penas que se quedan adheridas
a los días sin resurrecciones

Quién extenderá el ala de las manos
para convocar el canto de los pájaros

Quién prodigará abrazos a los rostros
que silenciaron su algarabía

Quién recobrará la risa perdida
en la urdimbre de las ausencias

Quién restituirá los crescendos que
se acallaron ante la tempestad de los
abismos y la fragilidad del hielo

Quién ocupará el sitial de los pormenores
exiliados del oficio de las imaginerías

Quién recogerá el cántaro de las lágrimas
vertidas como una plegaria sobre el
pasadizo de los sueños

No hay un quién sino un amanecer que
se quedó vacío de soles concluyendo
lo que aún no había nacido en la comisura
de un tiempo bordado al detal
con retazos de noches sin lumbre

Y sin embargo ascienden sobre los
linderos de las hierbas los sonajeros
que las colinas le regalan a los
transeúntes solitarios que un día
decidieron morar en sus recintos
de tierra enamorada


foto y texto 
mery sananes
escrito en el 2009
y publicado en diciembre del 2012



Rachmaninoff
Vocalise
Joshua Bell



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuán conmovedoras palabras, Mery!
No hay quien sino un amanecer. Que nos baste retoñar en la hierba que reencarna en la tierra enamorada, en el polen que se disuelve en el aire y vuelve al seno materno de la noche primordial…

Luis Alejandro Contreras

Anónimo dijo...

Los alimentos del espíritu.

Beatríz Piñeiro Varela

Lionel Yino Sánchez dijo...

Con placer y orgullo os comparto el siguiente poema “Un tiempo bordado al detal”: de la poeta, Mery Sananes de Venezuela.

Poema que, en estos tiempos de pandemia, de confinamientos y de conjeturas, su lectura resulta tan impactante como esos poemas cuyo lenguaje es una espada envuelta en meteoros!…
“Un tiempo bordado al letal” tiene un canto, que del principio al final, es a la vez una toma de conciencia y un grito lírico de ajenjo y de barreno para todos los tiempos, en especial para este flagelado año del 2020. Es mas, este poema se puede leer como la faena con que la poesia, a través de palabras anhela tejer un vestido sin costuras para tanta herida que palpita en todo el mundo de los Manifiesto.

Lo lírico se deshoja de una manera impactante, tanto en lo que dice como en lo que deja insinuado…y en este punto o ‘detal’-de lo que deja insinuado-, comulga y se hace partícipe de la gran poesía que es la flor de evocación.

Este poema cuyas primeras ocho estrofas se abren con un “Quién,”
( It is like a rose bristling with Spears” es como un rosa sitiada de lanzas.
Esa rosa, flor de evocación, nos pide, que le ayudemos a encontrar una respuesta. Nótese cómo el texto es como un palimpsesto antiguo, donde el lenguaje en su mismidad de imágenes, pareciera como borrarse…como desaparecer para darnos una nueva forma o visión… Nótese también cómo en las preguntas, no hay signos de interrogación, ni al principio y menos al final de cada pregunta, porque cada estrofa en vez de ser un tajante interrogatorio, es un texto que se deshoja como en plegarias…

Baste citar los siguientes versos: “Quién extenderá el ala de las manos/ para convocar el canto de los pájaros./”“Quién recogerá el cántaro de lágrimas/ vertidas como una plegaria sobre el pasadizo de los sueños./”Sí, “Un tiempo bordado al detal” está escrito con un tacto poético admirable porque las palabras se deslizan con los pasos de un perfume…Pasos elusivos pero que dejan hondas e imborrables huellas.

Las preguntas en las estrofas, al carecer de signos de interrogación quedan abiertas,… y una vez leídas, más pareciera que un velo ha caído, que el párpado se ha cerrado para envolver con ternuras lo que el ojo ha visto en atisbos…
“Un tiempo bordado al detal” tiene el salitre de la mar en donde las olas, (o sea, lo que se dice y lo insinuado) se desposan como tempestuosas gaviotas:…”Quién restituirá los crescendos que/ se acallaron ante la tempestad/ de los abismos y la fragilidad del hielo/ “Quién ocupará el sitial de los pormenores/ exiliados del oficio de las imaginerías/“
Cada una de esas estrofas que se abren con un “quién” nos invita a un viaje, (to make a journey toward consciousness). Pero esa invitación está tejida en un lenguaje que me trae a la memoria las olvidadas alas de la fiebre con que uno como yo va a escuchar la antigua canción de una herrería…

Mi admiración, a esta gran poeta, Mery Sananes, de Venezuela.