miércoles, enero 15, 2014

EN EL ARPEGIO DE TU RISA



                                                                    vincent van gogh


a sebastián


De qué tiempo te hablaré
si todo mi espacio lo has
habitado con tus ansias
si cada día lo he contado
en el espejo de tus ojos
en el anverso de una piel
aprendida de memoria en
la travesía de tus lágrimas
y en el arpegio vibrante
de tu risa

En mi regazo soñaste los
pinceles de van gogh las
estaciones de la luna y la
geométrica figura de las
constelaciones mientras
buscabas afanoso desde cuál
estrella el principito derramaba
el torrente de sus amaneceres

Tomados de las manos
descubrimos los huertos de
imaginerías que brotaban
del interior de una flor o del 
vuelo fugaz de una mariposa 
adherida a tus pasos

Nada escapó a las compuertas 
de tu asombro mientras 
yo tejía palabras para 
atrapar tus perplejidades

Quedaste para siempre atado
al acorde de mis respiraciones
mientras yo registraba en el
memorial de lo vivido
el instante aquel en que
crecieron tus pupilas mientras
bebías el verde de los árboles el
rocío de la fuente de aquel
estanque donde aprendiste armado
de diminutos guijarros a dibujarle
al agua espirales de amor

Te vi recorrer los rieles de un
piano en el cual soltabas la armonía
que tu madre dejó cosida a tus
tejidos y descubrí en el ritmo
acompasado de tus percusiones
el movimiento estremecido
del cosmos conjugado con los
suspiros que tu madre te ofrendaba
desde el interior de su alegría

Acompañé tus sobresaltos por los
escarpados senderos de un cometa
al que le habían cortado su hilo
por los territorios sin cantos
ni arboledas por el paisaje
de tu llanto escrito en el
nido vacío de los pájaros
y me sembré en el jardín
de tus párpados en el herido
hemisferio de tu tristeza y en 
el dintel de tus noches sin
abrazos

Y desde allí reconstruyo los
murmullos del río primero
que te dio de beber
  el adagio que nació de las 
mágicas cuerdas de tu madre 
 como un incienso de mandarinas 
sobre tus andares de ardilla
el vibrato acompasado de
un campanario en clave de sol
que te hizo girar como
un trompo de alegrías sobre
los surcos del tiempo

Y así puedo deslizarme una
vez más desde los corredores de
la ausencia hasta la instancia
de tus sueños a dejarte al
borde de tus conjeturas en el
horizonte de tus alas rotas
el recinto de esperanzas que
tu madre va llenando desde la
mordedura de las horas hasta
hacerlas para ti un irrebatible
designio de porvenir


15 de enero del 2014
mery sananes



1 comentario:

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...

Te leo con el canto a un hijo bello
Te siento en el fulgor del deber cumplido y superado

Gracias Poeta