miércoles, febrero 03, 2016

HERMAN WUANI: UN HOMBRE IMPRESCINDIBLE


Hoy, a las 11 de la mañana. en el Auditorio que lleva su nombre, en la Escuela de Medicina ‘José María Vargas’, de la Universidad Central de Venezuela, se presentó el libro "Lecciones de Terapéutica Médica, obra de un grupo de investigadores del área, coordinada por los Doctores Herman Wuani y Luis Gaslonde.
En la revisión final de este libro trabajaba el maestro, profesor y amigo cuando se acentuaron sus males de salud. Como excepcional médico internista que era, advirtió que sus síntomas lo podían acercar a un final indeseado. Pero decide ocuparse enteramente de su curación una vez que terminase lo que entendía como un compromiso impostergable: concluir el libro que debía ir a las manos de los estudiantes.

Hasta pocos días antes de su gravedad asiste ceremoniosamente a su consultorio. Y cuando tuvo que mantenerse en su casa, recibía allí algunos pacientes, tal era su pasión y vocación por la medicina y su condición humana para con los pacientes. El médico, según su decir y actuar, se debe enteramente al enfermo. Y nada le puede producir mayor satisfacción que contribuir a la sanación del paciente.

Pero en su caso no atiende a tiempo esta orientación. Desestima sus síntomas para darle prioridad al trabajo en marcha. Y concluyó y entregó el material listo para la imprenta. Más no fue posible que lo viera publicado. Ganó la batalla que quería y nosotros perdimos la batalla mayor, al Herman escaparse hacia otros confines.

Herman Wuani forma parte de esos hombres que dan la medida de lo que debe ser un médico, un ciudadano y un trabajador incansable. En las aulas de la Escuela Vargas, enseñó a generaciones de nuevos médicos. Y su capacidad diagnóstica supera la de los libros. 

Su experiencia le había dado un conocimiento que le permitía diagnosticar con apenas palpar un abdomen, revisar unas pupilas o hacer unas cuantas preguntas. Parco, certero, directo y con una dulzura que envolvía al paciente. 

Hoy, al aparecer este libro, queremos de nuevo honrarlo en estos espacios de Embusterías. Dos textos le habíamos escrito. Uno cuando supimos de su enfermedad y el segundo cuando nos tocó decirle que a gente como él jamás se le despide.

Quienes conocieron a Herman Wuani saben de qué hablamos. Quienes no tuvieron ese privilegio, vale la pena que procuren indagar sobre su vida, su obra, como médico, profesor, gente de entrega y donaire.

Forma parte de esa gente que requerimos y necesitamos en estos tiempos tan desprovistos de valores, de pasión por el trabajo, de entrega, a la vez que discretos, silenciosos, lejanos a toda distracción o fama. Un ejemplo a seguir. Una escuela que debería multiplicarse al infinito. Una guía para reconstruir este ex país. Una visión porvenirista del hacer y el actuar.

Dejamos los enlaces aquí e invitamos a que se difunda la aparición de esta obra, y la propia biografía de este hombre imprescindible.

mery sananes
03 de febrero 2016


  
A TU DIMINUTA ESTATURA DE GIGANTE

Y NO TE DESPIDO HERMAN WUANI


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