para anahilma
Una luna creciente señala
su andar silencioso y un
brote incesante de florerías
dan cuenta de un nacimiento
que cada año se trasmuta en
puro encantamiento
De su mirar siempre emigran
mariposas que en su vuelo
se confunden con la lluvia
recién caída
En sus manos el aroma
de la hogaza deja efluvios de
de maíz y trigo endulzados
con una panela que le roba
a la caña el violeta de sus racimos
Cómo no festejarla entonces
hacer de la palabra un ramillete
de quereres del corazón una
tinaja de agua de azahares y
del abrazo un refugio de suspiros
que alcancen la levedad
de sus rumores
Hoy te dejamos Anahilma
a orillas de tus años niños
todo el candor de estos
pájaros en pleno intercambio
de amor en medio de un
mundo al cual le han expropiado
los alpisteros pero jamás la
ilusión de ser hortelanos
de la vida en tu deslumbrante
plenitud
04 de agosto del 2016
texto y foto
mery sananes
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