domingo, abril 27, 2008

Y LA FLOR CAYENA VIVIRÁ EN EL TALLO DE SU PLANTA


¡Chila!
Cecilia un gran dibujo en el mapa de la vida
dibujo de entremezclados trazos laboriosos
que con mucho empeño venía trazándose
en el curso de este tiempo difícil de andar
ella misma tejedora al fin hacía el bordado
con un tesón de minera que la misma piedra
anhelaba su cincel para aspirar a más eternidad

Tanto tiempo fue su andar y desandar
que muchos fueron los nidos de paraulatas
en las ramas de las matas de Yaqui sembradas
en las riberas soleadas de su febril ambular
y sus pichones que se asoman para verla pasar
pronto se hacían grandes ofrendando su cantar
Y más allá se veían las trinitarias florecidas
retando a los araguaneyes vestidos de amarillos
Todo un tiempo largo…tan largo
que paraulatas trinitarias y araguaneyes
cruzaban apuestas quien primero la viera pasar

De todos ella se vestía nutriendo su gran canasto
donde las risas de sus niñas tejían palos de sebucán
en vistosa mezcla con sus grandes anhelos por sanar
bálsamos para untar en su herido cuerpo celular
que no para su espíritu siempre de roca inmutable
adornado de una sonrisa que sola se le veía asomar
como en aquella vara verde floreada del maguey
muy orondo en medio del valle soleado de verano

Y los últimos tiempos fueron de gran intensidad
en un filigramar nervioso de segmentos febriles
de su paso ligero por el abra Maracay Caracas
que no había verde ni amarillos ni marrones que
renunciaran a viajar sobre los bordes de su cesta
como la paraulata montañera recorriendo el valle
en busca de ramitas de mayo para hacer el nido

Era un trajín en que su alma se había empeñado
como el barquito de papel de nuestros sueños
en la travesía de los ríos de lluvia de mi tierra
para mantener el destino tantas veces planeado
en cada invierno después de finalizado el verano
y en curso prefijado su cesta se mantuviera firme
cuyos bordes asoman las savias de su curación
exhumando hálitos como respiros de su esperanza

Un afán en tejer como la arañita en su tela rehaciendo
los hilos infinitos para atajar los soplos del mal tiempo
o como la planta enredadera cundeamor todavía verde
enredándose por la seca empalizada del duro verano
o como la flor cayena ahora caída en suelo árido
toda su vida enhebrar un caer y volverse a levantar
la ilusión de la llama de vela para mantenerse encendida
un constante absorber los soplos de vida de sus niñas

Y ante la pregunta siempre suspendida
Oir la respuesta que deseábamos escuchar
“está mejorando” “hoy está un poco mejor”
¡que tenaz pulseo sostenía para levantar su proa!
velera gritando hacia babor y otros hacia estribor
en días y noches largas que parecían no amanecer
pero el tesón de su alma otra alba alcanzaba ver
como una brisa cálida que apenas remonta la cima
una llamita de vela que entre lágrimas pestañea:
“ahora te quedarás tú solo con las hijas y nietos”
le decía a Juan su compañero de toda la vida
ya presagiando el cierre del dibujo de su existencia
y la necesidad en la garganta de entregar su tarea
y su mandato en que no cese el curso de su vida

Y un 17 jueves de Abril 2008 en hora de la tarde
ocurrió la noticia que estaba renuente en llegar
y que todos sabíamos que no tardaría en venir
como golpe seco en tierra húmeda de lágrimas
o como el crepúsculo después del ocaso del sol
que no obstante el portazo en la luz de la ventana
persistió aquel eco de una de las noches repetidas
“Ahora te quedarás tú solo con las hijas y nietos”
y el “ahora” cobró precisión de “cero” matemático:
Cecilia ya no tenía la necesidad en su garganta
y su mandato ya busca hacia el curso prefijado
por las lágrimas en manantial que virgen corren
haciendo surcos en los rostros tristes de sus niñas
y rictus en los labios de su compañero Juan:
Otros trazos continuarán el dibujo de Cecilia
Otras manos para la reencarnación de su lucha

Ahora llega otra noche en este jueves 17
y ¡Cecilia! ya no musita al oído de su Juan
es otra Cecilia enclaustrada en un nuevo lecho
en capilla ardiente
pésames de tradición de amigos y parientes
dos coronas y una cruz de flores
Una cerrada ventanita de vidrio
para mirar una estampa religiosa
un Cristo alumbrado a su cabeza
Toda una puesta en escena de teatro trágico
¡Chila!
¿Es esta Cecilia?
¿dónde quedan los signos de su lucha?

Ya apunta la madrugada hacia otro día más
y una tibia brisa como manto arropa a Cecilia
a Cecilia que ha pocas días luchaba por la vida
de sangre cálida todavía por sus ansias de vivir
y la sala de la capilla se envuelve en el silencio

La gente con su bullicio se ha dispersado
como gotas de lluvia que caen del dintel
a un piso en cementado que las evaporan
pronto a reiniciarse en las rutinas de sus vidas
Y solo quedamos tres: Cecilia, Juan y yo

Y la madrugada avanza ya menos calurosa
Juan cabecea más por la fatiga que por el sueño
y yo me asomo al silencio rotundo de Cecilia
que interroga al tiempo que le arrebata la vida
y parece increpar a los dioses de la estampa:
“Dios creador” vestido con rica túnica
y su báculo de poder en su mano derecha
Jesús a su izquierda en túnica a medio vestir
con la cruz del sacrificio en su mano izquierda
sentados ambos sobre sendas nubes blancas
y sus pies pisando sobre el planeta Tierra
entre los brazos de tres niños ángeles
todo un dominio celestial sobre los hombres
y Cecilia opone el testimonio de su lucha por la vida

Y a pleno día golpes de ataúd sonando en la tierra
los sepultureros se afanan con destrezas en su oficio
mientras el llanto grito de la nieta desgarra el aire
“adiós abuela te quiero mucho”
“ella ya lo sabe” responde Mary la otra nieta
Cecilia yaciente asiente con su silencio rotundo
y el signo mudo de su rostro queda develado
¡conciencia del amor que dio y recibió!
¡repudio del dominio sobre los hombres!
Y la vida ha de continuar en las otras manos
y la flor cayena vivirá en el tallo de su planta.
Réquiem de Mozart para Chilita

Video-Leonard Bernstein_Réquiem-Dies Irae
http://www.youtube.com/watch?v=nl-wRbJoWVA

Video_Confutatis _Escena Salieri y Mozart
http://www.youtube.com/watch?v=nJ226kQJiHY


foto / ms
texto / jaced

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