Hoy es un día que se dibuja distinto en cada
espacio. No existen los días cuando el dolor se esparce como si fuese el
viento, cuando en vez de algún descanso hay que desandar caminos inexistentes
en busca de una medicina, un alimento o una esperanza. No hay itinerarios
cuando la muerte se convierte en compañía irrefutable.
Y en esos días en los que estruja la desazón y el
desconsuelo, las señales de nuestra incompetencia sobre la que prevalece el
poder ilimitado de los gendarmes de siempre, uno se le enredan las preguntas y
sale a buscar los signos en los que se lee el ciclo de la vida. Y uno suelta
sus fallidos rayos de magia, sus inútiles rituales de amor, para transformar
una flor en una copa, el aire en un verso incandescente, los rotos pedazos de
un existir sin existencia, en arcilla para hacer cántaros.
Y esto he hecho hoy, con permiso de la tristeza, para
salvaguardar lo que junta nuestra hebra con la hebra de la flor, y su vaso con
nuestra sed infinita. ms
HAY QUE PAVIMENTAR la cordillera pero no con cemento ni con sangre como supuse en 1970 hay que pavimentarla con violetas hay que plantar violetas hay que cubrirlo todo con violetas humildad igualdad fraternidad hay que llenar el mundo de violetas
El 05 de septiembre
del 2017 Nicanor Parra cumplió 103 años. Lo festejamos y celebramos. Lamentablemente
no alcanzó físicamente el septiembre
de sus 104. Hoy 23 de enero del 2018 Nicanor Parra se fue a habitar su aldea
cósmica, dejando sobre este planeta la resurreccion de una palabra que aún
habrá que cincelar
En una memoria
que comenzamos a construir cuando llegaron a nuestras manos sus primeros versos,
y que ahora seguiremos leyendo en los espacios estelares, dejamos estos
retazos escritos para él en el 2003. Sirvan de compañía para su vuelo a las
estancias donde nacen los pájaros del universo y a donde va a consagrar los rojos soles que aguardan los amaneceres de mandolina y trascendencia.
A Nicanor Parra tras la lectura de su poema
Hay un día feliz
Quien tiene una aldea y un arroyo
en un espejo de espumas que le devuelve
la risa de su infancia una luna que se posa
en las rendijas de los zaguanes
un patio donde brotan almácigos
de hierbas sanadoras
un inmenso solar de verdes esperanzas
un rebaño que retorna un aluvión
de pájaros de prisas y esperas
una noche que ilumina
el rostro de una madre que se recuesta
en la sabiduría del horno y en el oloroso
compás de las violetas
una abuela de mirada celeste
y un padre a la medida del ángulo recto
de una estrella
tiene la vida toda en sus pupilas
Quien se detiene a leer
los signos alados de la neblina
y juega a contar las gotas de agua
que hacen tintinear los tejados
quien corre detrás del rayito de las nubes
que pintan de alas las tentaciones que
navegan en el reloj del viento
y escucha en el follaje silvestre
la ingeniería musical que habita
el corazón del colibrí
conoce los ramajes de los que está
hecha la alegría
No importa cuánta tristeza
desande desde entonces
nada habrá de borrar
el aroma del almíbar
ni la dulzura del fruto
maduro sobre la tierra
ni el rocío mañanero
empeñado en vestir de amores
las hojitas de los escondites
Quien tiene una vereda que sabe
de memoria y puede reconocer la corteza
de una arbola en la que dejó hace mucho
el suspiro que le regaló la aurora
tiene todos los mandamientos
del universo y su deber es cultivar
esa flor de lejanía que se pierde
en la luz de los espacios donde habita
el resplandor del equipaje de los campos
para sembrarla en los adonde
a los que tenga que partir
para la consagración de los rojos soles
que aguardan el amanecer de los días de
mandolina y trascendencia mery sananes
2003 pubicado en embusterías el 15 de septiembre del 2017 al cumplir sus 103 ÑOA.
por el instante fugaz de un abrazo y un te quiero que llevo bordado como un talismán en los glaciares del alma lo he consagrado a escalar los acantilados que los dioses esparcieron para detener el estallido de la vida que resuena en el interior de un clavicordio al que le robaron
las cuerdas
Y en tus dedos hechos de música dejo transcrito el cántico que emergerá de tus manos cuando dibujen sus arpegios en el pianísimo de un vivir
... La Chacona (de la Partita nº 2 en Re menor de Juan Sebsastián Bach), es para mí una de las obras musicales más maravillosas e impenetrables. Escrita en un solo pentagrama y concebida para un pequeño instrumento, ¡en ella este hombre da vida a un mundo entero de ideas de gran profundidad y de sentimientos muy poderosos! Si quisiera imaginar cómo hubiera escrito y concebido yo esta obra, sé con certeza que la desmedida excitación y el estremecimiento me hubieran vuelto loco.
texto completo de la carta
A CLARA SCHUMANN
Pörstchach, junio de 1877
Querida Clara:
No creo haberte enviado nada tan divertido como lo de hoy desde hace tiempo, ¡si es que tus dedos soportan ese placer! La Chacona es para mí una de las obras musicales más maravillosas e impenetrables. Escrita en un solo pentagrama y concebida para un pequeño instrumento, ¡en ella este hombre da vida a un mundo entero de ideas de gran profundidad y de sentimientos muy poderosos! Si quisiera imaginar cómo hubiera escrito y concebido yo esta obra, sé con certeza que la desmedida excitación y el estremecimiento me hubieran vuelto loco. Cuando no se tiene a mano a un gran violinista, tal vez el mayor goce es hacerla sonar en la mente.
Pero la pieza incita a ocuparse de ella de mil maneras. Uno no puede limitarse siempre a una escucha imaginaria; Joachim [Joseph Joachim (1831-1907), uno de los más grandes violinistas de todos los tiempos y amigo íntimo de Brahms y Clara] no está cerca tan a menudo y, de un modo u otro, hay que hacer algo. Pero, sea cual sea la opción que escojo, con orquesta o piano, el resultado siempre es decepcionante.
Sólo hay una forma con la que consigo garantizarme un goce, por supuesto reducido, pero próximo al original y absolutamente puro: ¡cuando la toco únicamente con la mano izquierda! A veces, al hacerlo, ¡me parece la historia del huevo de Colón! La dificultad es similar, el tipo de técnica, la necesidad de arpegiar, ¡todo contribuye a hacer que me sienta como un violinista!
Inténtalo alguna vez, la he copiado expresamente para ti. Pero, eso sí, ¡no fuerces demasiado la mano! Requiere una gran dosis de sonido y de fuerza, de modo que, por el momento, tócala a “mezza voce”. También hazte la digitación fácil y cómoda. Si no implica demasiado esfuerzo para ti –eso creo, por lo menos- tendría que reportarte un gran placer tocarla.
Supongo que has sabido algo de Groth por allá [Klaus Groth (1819-1899), afamado poeta amigo de Brahms y Clara afincado en Kiel, en donde se encontraba ella en aquellos días].
Salúdame al hermoso mar Báltico y al estimado secretario, y díctale pronto una nueva carta para tu
La totalidad del texto está extraída de la obra editada por Hans Gál “Cartas de Brahms 1853-1897” (Nortesur, Barcelona 2010); la traducción del alemán es de José Aníbal Campos; las notas (espero que) aclaratorias entre corchetes las sostiene Perea. La versión recogida en el video -incompleta- es de Anatol Ugorsky (Rubzowsk, Rusia, 1942)]