EL LIBRO DEL HOMBRE
Hemos de escribir el libro del hombre
el que aún no está escrito
el que ha de sustituir
al que escribieron por nosotros
sin que lo supiéramos
ni quisiéramos
El libro que habremos de inventar
desde nuestro lenguaje mellado
nuestro carnívoro abecedario
buscando en el devenir de la oruga
el secreto incandescente
de las galaxias
y en el interior de los vasos comunicantes
la razón eterna del polen
¿Alcanzaremos la estatura exacta
de la dimensión humana
desde este pozo de penas
en que hemos convertido la vida?
Sabemos que en el corcel del viento
navegan incesantes los navíos
por los cuales el hombre
ascendió por primera vez
a la altura de su risa
que la órbita que los planetas
dibujan alrededor del sol
tiene la misma frecuencia
que los suspiros
y que en las pupilas de un niño
reverberan infinitos los luceros
que bordan las constelaciones
en las noches de menguante
Tal vez sólo haga falta girar
el corazón hacia el naciente
deshacernos de maleficios
y sembrar la tierra de nuevo
de la hierba que dio
de beber a las mariposas
Quizás sólo haga falta
convocar la alegría para
ahuyentar los espantos
y apacentar milagros
en el paisaje quebrado
de una lágrima
Lo dijo el poeta cuando escribió
con su guijarro la tensa curvatura
de la garganta del hombre
para desde allí desenfundar
amaneceres que galopan
en el columpio de los arreboles
hasta alcanzar la vida
que se vive de verdad
Tal vez podamos entonces
a la manera de un juglar
ir a esparcir las hojas blancas
del libro del hombre
para que comiencen a llenarse
de los tiempos que vendrán
texto y foto / mery sananes
abril / 2006
El Libro del Hombre
abril / 2006
El Libro del Hombre
Esperanzadoras palabras. Que surquen los aires, las tierras y los mares y lleguen a todos los rincones de la tierra, a ver si logramos cambiar el mundo.
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