Si tan sólo viviéramos el tiempo
sin la majestad de los calendarios
en vez de morirlo a ritmo
de un reloj sin movimiento
valdría la pena contar los días
para saber en cuántos hemos vaciado
la tristeza y en cuántos hemos
remontado el estruendo de las risas
que nacen de los pájaros al estallar
en sus nidos el regalo del primer vuelo
Sólo que la memoria no sabe de
ausencias ni de sepulturas
sino de las horas que dejan huella
en los paisajes del alma
allí donde quedan sembrados
los suspiros de flor que dan
de beber a las agonías
los abrazos frutales que
sustentan los destrozos
la armonía de la sílaba estremecida
que esparce acordes venturosos
sin la majestad de los calendarios
en vez de morirlo a ritmo
de un reloj sin movimiento
valdría la pena contar los días
para saber en cuántos hemos vaciado
la tristeza y en cuántos hemos
remontado el estruendo de las risas
que nacen de los pájaros al estallar
en sus nidos el regalo del primer vuelo
Sólo que la memoria no sabe de
ausencias ni de sepulturas
sino de las horas que dejan huella
en los paisajes del alma
allí donde quedan sembrados
los suspiros de flor que dan
de beber a las agonías
los abrazos frutales que
sustentan los destrozos
la armonía de la sílaba estremecida
que esparce acordes venturosos
más allá de las metrallas incesantes
que se amurallan en el
desasosiego de los andares
Y si el tiempo se niega a ser
desasosiego de los andares
Y si el tiempo se niega a ser
refugio de cualquier olvido
entonces su itinerario incesante
entonces su itinerario incesante
se arremolina en recintos de florerías
para estallar en aguamieles
en amoroso tránsito solar
hacia la vida que no concluye
en amoroso tránsito solar
hacia la vida que no concluye
Franz Schubert
Fantasie in F minor D 940
Mery Sananes hermosa composicion de uno de mis romanticos preferidos. Gracias🎶💕💕👏💯
ResponderBorrar. . . el itinerario incesante
ResponderBorrardel tiempo desnuda el borde de los días
o esconde los despojos sin ribera del cielo
para negarse a amparar el olvido que se bate
con el viaje de nuestra memoria,
no contar las horas, iluminar las tinieblas,
alimentar las furtivas claridades
y apagar el vértigo del fuego que mendiga,
oh simplicidad, la sed de nuestra sombra. . .
Juanjo Rodríguez
Y cómo imtentamos alcanzar esa sed de nuestra sombra, que en pura simplicite, se transforma en verdadera luz. Gracias Juanjo por acompañar mis balbuceos y siempre encontrar la brecha por donde los iluminas.
ResponderBorrarUn abrazo🤗 Hermosa reflexión!!!
ResponderBorrarComo una carícia en el alma💕. Gracias por compartir ,amiga.
ResponderBorrarGracias, profe! Feliz día, a pesar de la encierroterapia! Bendiciones y saludos!
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