La vida tiene, 
por sobre todas las amarguras
con que nos acosa a veces,
un hechizo de dulzura y halago
tan profundo, 
que por un solo minuto
que nos brinde,
nos encontramos dispuestos
a enfrentarlo todo,
en espera de la renovación
de su donativo.
PÍO TAMAYO
escrito en el 2008
y publicado inicialmente
en noviembre del 2014

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