atardecer en el ávila
texto y foto
mery sananes
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Y si algún día el trabajo
dejara de ser una faena forzada
un itinerario de penas un tiempo de los otros
para convertirse en nuestro derecho a construir
un camino de agua un torrente de guijarros
una suma de caracolas donde albergar la risa
si no fuese ese oficio ajeno de contabilizar
salarios y plusvalías sino un almacén
de astromelias para edificar la vida
los días no tendrían esa dimensión
de calendarios
sino que abrirían sus compuertas
solares para la resurrección
de los oboes y la celebración
de las cuerdas
entonces cada hora sería festiva
y de nuestras manos saldría un estruendo
de sístoles buscando la constelación
exacta de su infinito
el ojo se engalanaría con el color
de los cristales
para alcanzar la eternidad
que mana del suspiro de los peces
y la respiración de las hojas
y la única disputa la entablarían
los azules y los verdes
los violetas y los naranjas en su afán
crepuscular de ser albergue
y aposento de la alegría del hombre
¿no bastará acaso con decidirlo
para espantar las tempestades
y hacer la travesía del adagio
al andante y del andante
a la exaltación del allegro
que nos nombra y designa
persistentes transeúntes de un tiempo
en clave de estremecidas mandolinas?
dejara de ser una faena forzada
un itinerario de penas un tiempo de los otros
para convertirse en nuestro derecho a construir
un camino de agua un torrente de guijarros
una suma de caracolas donde albergar la risa
si no fuese ese oficio ajeno de contabilizar
salarios y plusvalías sino un almacén
de astromelias para edificar la vida
los días no tendrían esa dimensión
de calendarios
sino que abrirían sus compuertas
solares para la resurrección
de los oboes y la celebración
de las cuerdas
entonces cada hora sería festiva
y de nuestras manos saldría un estruendo
de sístoles buscando la constelación
exacta de su infinito
el ojo se engalanaría con el color
de los cristales
para alcanzar la eternidad
que mana del suspiro de los peces
y la respiración de las hojas
y la única disputa la entablarían
los azules y los verdes
los violetas y los naranjas en su afán
crepuscular de ser albergue
y aposento de la alegría del hombre
¿no bastará acaso con decidirlo
para espantar las tempestades
y hacer la travesía del adagio
al andante y del andante
a la exaltación del allegro
que nos nombra y designa
persistentes transeúntes de un tiempo
en clave de estremecidas mandolinas?
texto y foto
mery sananes
El libro del hombre
01 de mayo del 2009
01 de mayo del 2009
Hermoso texto. Gracias por compartirlo en estas horas en las que se nos ha extraviado un país.
ResponderBorrarMary Archila
2021
ResponderBorrarPero eso no depende del patrón y el empresario, eso depende de cada uno de nosotros, porque más miserable es un trabajador traidor que un empresario explotador, y de los primeros hay para aburrir y la mayoría en política.
Sin duda Maravillas. Salvo que el trabajador tiene muy pocas puertas de escape. Mas aun cuando lo han dividido de tal manera que hasta ya lo han convertido en un objeto prescindible e innecesario.
ResponderBorrarMery, no te falta razón. Lo que sobra ahora es mano de obra, pero te cuentan el rollo ese de que la inmigración va a levantar el país ¿ qué país si sobramos todos ? Pensar está para algo más que para adoptar consignas. La gente no se divide, se traiciona, que es diferente. A lo mejor no me he explicado bien pero estoy más acostumbrada a la traición de mis compañeros que a los abusos de mis superiores.
ResponderBorrarBello poema💕. Feliz dia y un mayo maravilloso 🌞
ResponderBorrarBello poema!
ResponderBorrarUn Abrazo Apretado Amiga querida. Buen día!
Hermanos pensamientos, estimada Mery
ResponderBorrarSiento, Sandor, que desde que nos conocimos, comenzamos a sentir hermanados muchos de nuestros pensamientos. Y es una alegría muy grande. Abrazos para ti y Aixa.
ResponderBorrarMagnífico poema, mi querida Mery! Eres admirable! Te quiero y abrazo desde mi corazón.
ResponderBorrarSería perfecto ese mundo donde nos mueva el amor por el hacer. Donde el esfuerzo se mida en afecto y se compense con mucho más de este. Amo ese mundo que concibe, poeta. 💖
ResponderBorrarSentimientos compartidos, Navil. Esos sueños que jamás naufragan. Sean cuales sean las penas. Abrazos mi querido amigo.
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