
Para André Chenet y 
Cristina Castello
en este 17 de julio
de un tiempo sin calendarios
Cuando un amor alcanza 
la vastedad de los amaneceres
la transparencia de la 
respiración de los peces 
la dimensión infinita 
del tiempo que se detiene 
en la cima auroral de un beso 
la tierra toda festeja 
el encantamiento
y se desborda en almácigos 
de risas en lloviznas de flor 
en aromerías de duendes 
esparcidos en la corteza 
de las hierbas  y en los piquitos 
de los colibríes 
Un nacimiento se fragua 
entre las nubes 
anunciando la luz de estrellas 
que aún aguardan 
y en los travesaños de la ternura 
una colmena de suspiros
se desborda sobre las aguas 
que pasan indeclinables
escribiendo sobre el corazón 
de las mariposas una rapsodia 
para flauta y clarinete
Quien logra sembrarse
en sus territorios 
recibe el don de dibujar 
lo efímero  sobre la geometría solar 
de las mandarinas
y de registrar el abrazo en la 
cúspide púrpura de una bromelia 
Allí la vida esparce florerías 
candorosas  sobre los días tristes 
y remonta con sigilo
las coordenadas del dolor 
que nunca se aparta 
de los estancos  de la ausencia 
pero otorga a sus habitantes 
 el fulgor incesante  de lo inédito 
y el repique verbal de las campánulas 
que le roban el azul 
a los cielos despejados
En ese espacio intrincado 
de las lágrimas 
los días se convierten 
 en migración de corceles marinos 
en frenesí de acordes apasionados 
travesía que no se extingue 
sobre la fragua de las horas rotas 
y que se yergue sobre las 
coordenadas de los vientos 
hasta hacer emerger la sed 
desde la circunferencia 
móvil de las pimpinas para que 
desde el anverso de los espejos 
el sueño devenga 
en crisol solar de amor 
ardiendo en llama eterna
Qué hermosa carta de amistad, que suave canto al amor, qué transparente poema a la humanidad, me adhiero por el fervor de Chris y su pareja...para que sea eterna esa pasión que nos ilumina! Gracias amiga...colega...compañera escritora...
ResponderBorrarMery querida,
ResponderBorrarSos el espejo que busca la vida, para renacerse.
Tu persistencia de alba para alcanzar el alba, la florece.
Te abrazamos en nuestro corazón,
Cristina... y André, con el mismo sentimiento expresado en francés