Es porque "lo esencial es invisible a los ojos". A veces miramos y no conseguimos ver, algunos se quedan en la superficie. Emociona ver a través de los ojos de un niño que nunca termina de sorprenderse. Nos ayuda a detenernos y maravillarnos de lo bueno y bello y no acostumbrarnos a aquello que va contra la conciencia.
Es porque "lo esencial es invisible a los ojos". A veces miramos y no conseguimos ver, algunos se quedan en la superficie. Emociona ver a través de los ojos de un niño que nunca termina de sorprenderse. Nos ayuda a detenernos y maravillarnos de lo bueno y bello y no acostumbrarnos a aquello que va contra la conciencia.
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