Hay días en que uno tropieza con
todas las iniquidades como si se hubieran
extendido como un campo de pastos
sobre las hendiduras de los ojos
El dolor se adhiere de la estructura
ósea y se instala en el interior como
si nos hubiese brotado un nuevo estribo
en la conjetura de un diafragma
sin respiraciones
La vertiene unísona de las complicidades
teje un enjambre caprichoso que reparte
codicias en las puertas del hambre
Y todas las quimeras se desenvuelven
como el corazón de un lirio muerto
sin cobijo de tierra ni cauce de lágrima
para verter la instancia de su regreso
Nadie sopesa la estampida de unos
ojos a los cuales les han emboscado
sus iris hasta dejar la mirada en la larga
memoria de lo que no fue
Nadie escucha el estruendo silencioso
de un abrazo que encalló en la ausencia
náufrago de suspiros solitario en el
quebrado bajel de los ríos secos
Mientras el despedazado riel de los
trenes sin vagones sigue sin mesura su largo
viaje hacia las astromelias de la noche en el
torrente de las risas que enmudecieron
de pronto en el umbral de las despedidas
mery sananes
09 diciembre 2010
Publicado en
Palabras conjugadas,
Caracas, CPT-CEHA-IIES-UCV, 2016, p. 49
H.M. Gorecki
Harpsichord Concerto Op, 40
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