Recojo las palabras las envuelvo
en la sal que cayó de los telares
amortajando la sonrisa que se desprendió
del rostro en fuga hacia los aleros donde
la tristeza hace su nido de lluvia
Tal vez sea el estruendo de la pólvora
el dolor agigantado hasta el asombro
el color ocre de la tarde o el adagio
que dibuja su melancolía sobre los
azules que no relumbran en
que dibuja su melancolía sobre los
azules que no relumbran en
días como estos
Sé que el recinto del silencio
guarda las palabras que aún no se han dicho
y que es tiempo de organizar los
amaneceres para abrir las pupilas antes
de que el alba se haya ido
gajitos de mandarina esparcidos
en una mesa a la que nadie asistió
y las guindo al sol para que beban
de las sílabas del viento y en conjunción
con las hojitas de hierba hilvanen un
almácigo que cubra los anocheceres con
su enredadera olorosa a jazminerías
Hasta que algún día brote al fin
en tiempo de allegro la canción vegetal
del hombre regalándole a las mariposas
su infinito código de amor
en tiempo de allegro la canción vegetal
del hombre regalándole a las mariposas
su infinito código de amor
No hay comentarios.:
Publicar un comentario