de tus ojos sin saber que atisba
quebraduras en el cauce de tus
manos expropiadas del regazo de
donde provienes
El aroma de los huertos que tanto
escudriñamos asidos del encanto
de aquellos cardenales que perseguían
el vuelo de nuestras aventuras por el
corredor de las imaginerías
se fugó sin aviso de una sequía
de abrazos y una inútil invocación
de altares ausentes de todo miserere
La alegría que escribía versos con sabor
a palomares en el interior de tus sueños
se disipó en el arcón de las tristezas y
dejó a cambio un tiempo de silencios y
partituras vacías de acordes
Un viento despiadado quiere
romper la madeja de los amores que
sembró en tus noches la nomenclatura
de los genes
Y aquel polen que te dio de beber la
primera sonrisa derramada sobre los
párpados que inventaron gota a gota
la trama de tus certidumbres fue
aventado a los horizontes de una lágrima
que reclama incesante su siembra
de amoricordios desde el territorio
de las orfandades
Y sin embargo en aquella flor
extendida desde la vastedad
de tus paisajes anida un continente
de amaneceres en los que un día
reencontraremos el secreto significado
de los milagros que atesoras en el
cofre de tus preguntas y en el
bosque de los suspiros que alcanzan
la orilla náufraga de mis océanos
donde cada día te aguardo para la
resurrección de un pianísimo en
clave de porvenires
texto y foto / mery sananes
15 diciembre 2011
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