Cómo deshacer el maleficio
enastado en tu risa rota
y en los días que te
quebraron sin misericordia
Cómo hacer travesía
por esa lágrima tuya
          que
nunca te sembramos
y que te despedazaron
hasta volverla torrente
de soledades
Cómo devolverte el 
recinto que se hizo mañana
sobre el alborozo de tus
rizos cuando te clausuraron
el sol y te trocaron tus
amaneceres por 
oraciones sin piedad
Cómo recuperar el sonido
de laúd que navegaba
en tus tardes de estanque
y guijarros cuando 
el espejo quedó detenido
en las aletas inmóviles
de un pez zozobrado
Con qué palabras invocar
la danza que fulguraba
en tu respiración
al girar y girar sobre el
desparpajo de los sueños 
cuando te robaron 
el calendario de los besos
ensortijados en tus mejillas
Con qué rituales revertir
el pozo de tristezas que
se conjugó sobre el vuelo
de una cuerda en el re
 mayor de los
arrullos que no
llegaron a dejar sus señas
 en la
fiesta de los regazos
Cómo desandar el precipicio
de tus ojos tan desterrados de 
ti mismo que dejaron de
mirarse en la transparencia
de sus órbitas opacando
así los destellos de la inmensa
ternura de la que estás hecho
ternura de la que estás hecho
Cómo reponer el abecedario
de los pájaros y las florerías
con el que escudriñábamos
el universo hasta transcribir
en las teclas de un piano
la partitura secreta de las
hojas de hierba
Cómo devolverte la piel
de los árboles almacenada en
tus pupilas el revuelo de las
hormigas y el cascabel de la
luna dormida sobre los 
peldaños de tus comisuras
Cómo trocar tu fuga
en el amarizaje de nuevo
de tu bajel y el mío 
en los ríos crecidos de 
espigas que tu paladar 
masticaba con fruición
de orfebrería
Cómo hacerte regresar
al epicentro de tu vida
del cual te arrancaron 
con saña y sin medida
dejándote descalzo al 
borde de una ecuación
ciega
Y sin embargo 
más allá del destrozo
desarmados de todo odio
más allá del destrozo
desarmados de todo odio
desde el frágil recinto
del silencio la verticalidad
del silencio la verticalidad
de un horizonte en rebeldía 
y el frenesí de los colibríes
el amor te escribe cada día 
sobre el adagio del agua
y las escarpadas rutas 
de la piedra el milagro 
que restituirá a la retina 
del tiempo la consagración 
de los abrazos y la 
resurrección de la alegría 
mery sananes
 
  
mery sananes

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