Quién se
sentará en la mesa servida
de
azahares a esparcir las viandas
del alma
Quién repartirá
el vino de restañar
las penas
que se quedan adheridas
a los días
sin resurrecciones
Quién
extenderá el ala de las manos
para convocar
el canto de los pájaros
Quién
prodigará abrazos a los rostros
que
silenciaron su algarabía
Quién
recobrará la risa perdida
en la
urdimbre de las ausencias
Quién
restituirá los crescendos que
se acallaron
ante la tempestad de los
abismos y la
fragilidad del hielo
Quién
ocupará el sitial de los pormenores
exiliados del
oficio de las imaginerías
Quién
recogerá el cántaro de las lágrimas
vertidas como
una plegaria sobre el
pasadizo
de los sueños
No hay un
quién sino un amanecer que
se quedó
vacío de soles concluyendo
lo que aún
no había nacido en la comisura
de un
tiempo bordado al detal
con
retazos de noches sin lumbre
Y sin
embargo ascienden sobre los
linderos de
las hierbas los sonajeros
que las
colinas le regalan a los
transeúntes
solitarios que un día
decidieron
morar en sus recintos
de tierra
enamorada
foto y texto
mery sananes
escrito en el 2009
y publicado en diciembre del 2012
Rachmaninoff
Vocalise
Joshua Bell
Cuán conmovedoras palabras, Mery!
ResponderBorrarNo hay quien sino un amanecer. Que nos baste retoñar en la hierba que reencarna en la tierra enamorada, en el polen que se disuelve en el aire y vuelve al seno materno de la noche primordial…
Luis Alejandro Contreras
Los alimentos del espíritu.
ResponderBorrarBeatríz Piñeiro Varela
Con placer y orgullo os comparto el siguiente poema “Un tiempo bordado al detal”: de la poeta, Mery Sananes de Venezuela.
ResponderBorrarPoema que, en estos tiempos de pandemia, de confinamientos y de conjeturas, su lectura resulta tan impactante como esos poemas cuyo lenguaje es una espada envuelta en meteoros!…
“Un tiempo bordado al letal” tiene un canto, que del principio al final, es a la vez una toma de conciencia y un grito lírico de ajenjo y de barreno para todos los tiempos, en especial para este flagelado año del 2020. Es mas, este poema se puede leer como la faena con que la poesia, a través de palabras anhela tejer un vestido sin costuras para tanta herida que palpita en todo el mundo de los Manifiesto.
Lo lírico se deshoja de una manera impactante, tanto en lo que dice como en lo que deja insinuado…y en este punto o ‘detal’-de lo que deja insinuado-, comulga y se hace partícipe de la gran poesía que es la flor de evocación.
Este poema cuyas primeras ocho estrofas se abren con un “Quién,”
( It is like a rose bristling with Spears” es como un rosa sitiada de lanzas.
Esa rosa, flor de evocación, nos pide, que le ayudemos a encontrar una respuesta. Nótese cómo el texto es como un palimpsesto antiguo, donde el lenguaje en su mismidad de imágenes, pareciera como borrarse…como desaparecer para darnos una nueva forma o visión… Nótese también cómo en las preguntas, no hay signos de interrogación, ni al principio y menos al final de cada pregunta, porque cada estrofa en vez de ser un tajante interrogatorio, es un texto que se deshoja como en plegarias…
Baste citar los siguientes versos: “Quién extenderá el ala de las manos/ para convocar el canto de los pájaros./”“Quién recogerá el cántaro de lágrimas/ vertidas como una plegaria sobre el pasadizo de los sueños./”Sí, “Un tiempo bordado al detal” está escrito con un tacto poético admirable porque las palabras se deslizan con los pasos de un perfume…Pasos elusivos pero que dejan hondas e imborrables huellas.
Las preguntas en las estrofas, al carecer de signos de interrogación quedan abiertas,… y una vez leídas, más pareciera que un velo ha caído, que el párpado se ha cerrado para envolver con ternuras lo que el ojo ha visto en atisbos…
“Un tiempo bordado al detal” tiene el salitre de la mar en donde las olas, (o sea, lo que se dice y lo insinuado) se desposan como tempestuosas gaviotas:…”Quién restituirá los crescendos que/ se acallaron ante la tempestad/ de los abismos y la fragilidad del hielo/ “Quién ocupará el sitial de los pormenores/ exiliados del oficio de las imaginerías/“
Cada una de esas estrofas que se abren con un “quién” nos invita a un viaje, (to make a journey toward consciousness). Pero esa invitación está tejida en un lenguaje que me trae a la memoria las olvidadas alas de la fiebre con que uno como yo va a escuchar la antigua canción de una herrería…
Mi admiración, a esta gran poeta, Mery Sananes, de Venezuela.