Grato disfrutar del dulce, estremecedor, conjunto de Ravel, digno de una noche de abril... Cuando el desencanto se enseñorea sobre cada hombre y cada aldea, que un único dolor nos hermane; una única luz nos imante; que solo el dolor común nos santifique y nos una el mismo delirio. Menos fuerza para la guerra. Más valor para la paz. Tras un amanecer que al fin alumbre un día con la noche esclarecida de azul mañana que la fe vislumbra.
Grato disfrutar del dulce, estremecedor, conjunto de Ravel, digno de una noche de abril...
ResponderBorrarCuando el desencanto se enseñorea sobre cada hombre y cada aldea, que un único dolor nos hermane; una única luz nos imante; que solo el dolor común nos santifique y nos una el mismo delirio. Menos fuerza para la guerra. Más valor para la paz. Tras un amanecer que al fin alumbre un día con la noche esclarecida de azul mañana que la fe vislumbra.
Gracias, Mery, por regalarnos tanta armonía.