para abiaubia
Hoy tengo ganas de amanecerte
con la alacena de chocolaticos
que bajan del cielo
el pilón donde se muele el maíz
que hace el pan de tu alegría
y un retrato de esas gotas que
se quedan prendidas de los árboles
dibujando un alfabeto de estrellas
Un brebaje de cayena y rosa
que haga recorrido por cada una de tus
estructuras y prenda en ellas aromas de flor
un silencio que deje oír el concierto
mágico de los grillos y el paso del viento
sobre las hojas que recoge el milagro
de los hijos nacidos de tu verbo y tu ternura
Amanecerte con los intervalos que
traman los segundos para que en ellos
bordes la tempestad de tus sueños
y con la poblada compañía de los días
sin ruidos ni estruendos que trazan
hilos de lumbre sobre los escarpados
pasadizos de las noches
Con la cena
servida de todas las
abuelerías para que en sus regazos
reconstruyas la genética de las
constelaciones y las vocales que
anidan en el piquito de los colibríes
constelaciones y las vocales que
anidan en el piquito de los colibríes
Una vida que abra grietas en los muros
hasta alcanzar el reflejo de lo que eres
transitando los velámenes de un tiempo
sin calendarios en ese territorio
donde la música de las galaxias
se armoniza con el canto de los grillos
Allí te ubico y te amanezco para que
guarnecida en el columpio de tu risa
salgas a esparcirla como una simiente
Abre los ventanales de los ojos de
los hijos recorre sus asombros
descifra los enigmas que
manan de sus tristezas y ataviada
con esos amaneceres refunda la vida
con esos amaneceres refunda la vida
Disuelve sal en agua para que se vayan
los pesares y luego toma un puñado de
miel y derrámala por todos los confines
hasta que se endulce la vida en cada uno
los pesares y luego toma un puñado de
miel y derrámala por todos los confines
hasta que se endulce la vida en cada uno
de sus cauces
Engalánate de ajuares de agua
observa la resistencia de de las ramas
y prepárate para las primaveras
irrumpe como un vendaval de polen
sobre las horas menguadas y sál a
a comerte el mundo a dentelladas
desde el espacio gigante de tu corazón
sembrado de líquenes y geranios
Hoy te amanezco como te amaneceré
cada día aun cuando ya no sea más que
un destello diminuto titilando en el infinito
y con ese sortilegio te hago inventora
de tus propios amaneceres para la larga
travesía que te aguarda hasta alcanzar
al fin el vuelo constelado de los pájaros
mery sananes
02 de enero del 2013
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