ESTA NOTA SE LA DEDICO
A CARLOS MORALES DEL COSO
Emotivo abrazo de Carlos con
Mariwan Shall el día de la
presentación de la Antología
Poética del Holocausto
QUIEN IMPULSO LA MAYOR PARTE DE
SU VIVIR Y ANDAR EN DEJAR
EL TESTIMONIO DE LO OCURRIDO
EN LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN
NAZI
SU INDECLINABLE TRABAJO
RECOGIÓ EL TESTIMONIO
DE LOS ASESINADOS
LOS MENSAJES DE LOS SOBREVIVIENTES
Y LA VISIÓN DE MUCHOS SOBRE
UNA TRAGEDIA QUE VENÍA DESDE
MUY ATRÁS Y QUE CONTINÚA
PRESENTE EN TODO EL ÁMBITO
DE ESTE PLANETA
Desde hace mucho he considerado este poema de León Felipe como unode los más importantes sobre la tragedia del holocausto escrito en 1965-Pero en este 2024 no hay manera de no prolongar este grito hasta los innumerables holocaustos que ocurrren cada día en todas partes de este mundo destrozado y que tienen una inmensa y aterradora historia sobre este planeta indefenso.
Si los hornos de cremación nos dejan vacía toda imaginación el mundo hoy ha creado todas las formas de muerte y asesinato posible de tal forma que lo hemos convertido en un cementerio invisible un asesinato continuado de tal magnitud que hemos extraviado todo asombro
Hemos perdido nuestra condición humana y le hemos dado rienda suelta a la muerte.
¿Lograremos recuperarla alguna vez? ¿Cesará alguna vez el hombre de ser un asesino directo indirecto involucrado o no?
¿Cuánta tierra ha de seguir abriéndose para recibir el despojo humanoen que nos hemos convertido?
He aquí el poema de
LEON FELIPE
AUSCHWITZ
A todos
los judíos del mundo,
mis amigos, mis hermanos
mis amigos, mis hermanos
Estos
poetas infernales,
Dante, Blake, Rimbaud
que hablen más bajo…
que toquen más bajo…
¡Que se callen!
Hoy
cualquier habitante de la tierra
sabe mucho más del infierno
que esos tres poetas juntos.
Ya sé que Dante toca muy bien el violín…
¡Oh, el gran virtuoso!
Pero que no pretenda ahora
con sus tercetos maravillosos
y sus endecasílabos perfectos
asustar a ese niño judío
que está ahí, desgajado de sus padres…
Y solo.
¡Solo!
aguardando su turno
en los hornos crematorios de Auschwitz.
Dante… tú bajaste a los infiernos
con Virgilio de la mano
(Virgilio, «gran cicerone»)
y aquello vuestro de la Divina Comedia
fue una aventura divertida
de música y turismo.
Esto es otra cosa… otra cosa…
¿Cómo te explicaré?
¡Si no tienes imaginación!
Tú… no tienes imaginación,
Acuérdate que en tu «Infierno»
no hay un niño siquiera…
Y ese que ves ahí…
está solo
¡Solo! Sin cicerone…
esperando que se abran las puertas de un infierno que tú, ¡pobre florentino!,
no pudiste siquiera imaginar.
Esto es otra cosa… ¿cómo te diré?
¡Mira! Éste es un lugar donde no se puede tocar el violín.
Aquí se rompen las cuerdas de todos
los violines del mundo.
¿Me habéis entendido poetas infernales?
Virgilio, Dante, Blake, Rimbaud…
¡Hablad más bajo!
¡Tocad más bajo! ¡Chist!
¡¡Callaos!!
Yo también soy un gran violinista…
y he tocado en el infierno muchas veces…
Pero ahora, aquí…
rompo mi violín… y me callo.
Dante, Blake, Rimbaud
que hablen más bajo…
que toquen más bajo…
¡Que se callen!
Hoy
cualquier habitante de la tierra
sabe mucho más del infierno
que esos tres poetas juntos.
Ya sé que Dante toca muy bien el violín…
¡Oh, el gran virtuoso!
Pero que no pretenda ahora
con sus tercetos maravillosos
y sus endecasílabos perfectos
asustar a ese niño judío
que está ahí, desgajado de sus padres…
Y solo.
¡Solo!
aguardando su turno
en los hornos crematorios de Auschwitz.
Dante… tú bajaste a los infiernos
con Virgilio de la mano
(Virgilio, «gran cicerone»)
y aquello vuestro de la Divina Comedia
fue una aventura divertida
de música y turismo.
Esto es otra cosa… otra cosa…
¿Cómo te explicaré?
¡Si no tienes imaginación!
Tú… no tienes imaginación,
Acuérdate que en tu «Infierno»
no hay un niño siquiera…
Y ese que ves ahí…
está solo
¡Solo! Sin cicerone…
esperando que se abran las puertas de un infierno que tú, ¡pobre florentino!,
no pudiste siquiera imaginar.
Esto es otra cosa… ¿cómo te diré?
¡Mira! Éste es un lugar donde no se puede tocar el violín.
Aquí se rompen las cuerdas de todos
los violines del mundo.
¿Me habéis entendido poetas infernales?
Virgilio, Dante, Blake, Rimbaud…
¡Hablad más bajo!
¡Tocad más bajo! ¡Chist!
¡¡Callaos!!
Yo también soy un gran violinista…
y he tocado en el infierno muchas veces…
Pero ahora, aquí…
rompo mi violín… y me callo.
León Felipe
¡Oh, este viejo y roto violín! – 1965
León Felipe – Poesías Completas”
Colección Visor de Poesía – 2010
Publicado inicialmente el 28 de enero del 2015
Leonard Bernstein
Kaddish
Es difícil describir el infierno de un niño con miedo. Ni siquiera Dante pudo figurar ese dolor.El violín simula llanto y dolor .Cómo borrar el sentir de León Felipe. Es justo. Cómo dejar de tocar esas cuerdas que no pueden callar nunca..
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