EL NIÑO Y EL GRIS
El niño al llegar de la escuela preguntó por el gris
- ¿Y qué color es ese que no me dice nada?
- Al caer la tarde ¿qué te conversa el cielo?
- Me habla de la noche, puede ser estrellada
me anuncia que la luna... ah la luna es de plata
y muchos tonos grises matizaron su gracia
- ¿Te fijas? Vas llegando. ¿Y qué te dice el alba?
-Que se acerca la aurora, sus grises la presagian
Todo tiene sentido, hasta el color que falta
- Cuando crezcas sabrás de los grises del alma
- Cuando crezcas sabrás de los grises del alma
ZAIRA ANDRADE
Lo hemos dicho muchas veces
Zaira es una maga
capaz de sintetizar la existencia
cada vez que quiere
o que algo la conmueve y mueve
más allá del aire
Entre ambas nos inventamos
El Libro de los Grises
para reivindicar los destellos
únicos de esa tesitura
Y he aquí que ella hoy
me envía este diálogo entre una
madre y su hijo
sobre ese color que en inicio
nada le decía
Hasta que por sí mismo miró más allá
de las palabras y entendió que sin el gris
no habría ni alba ni aurora
ni esos matices naranjas y violetas
ni esos matices naranjas y violetas
que cada hora nos regala el día
y la noche
Y que hay que zurcirse a los pliegues
del corazón un pedacito de gris
con el cual podamos a la vez ejercer
nuestra magia
cuando alguien nos quiera expropiar
la alegría de la que estamos hechos
mery sananes
11 de noviembre del 2015
11 de noviembre del 2015
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