Para Rosana
y su canto que abre
amaneceres
La fiesta de la vida no es más
que un breve sobresalto entre
penas imantadas en su anverso
Un intervalo de jazmín
desplegado sobre un silencio
que la pólvora no deja escuchar
Una reinvención de la alegría
estampada en la circunferencia
de una lágrima
Y sin embargo ese instante
del canto que le dicta una
pausa a los vendavales
una partitura al sollozo
un remanso al desasosiego
es la razón del viaje
y la verdadera orfebrería
que consagra la prodigiosa
dimensión del vivir
mery sananes
29 de junio 2016
Que regalo tan lleno de vida me das poeta en mi día de cumpleaños. Un abrazo grande. Ro.
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