¿QUÉ NOS DEJA Y
QUÉ SE LLEVÓ
MANUEL
RODRÍGUEZ MENA?
UN EXPAIS RICO EN OLVIDOS
Este es un
expaís tan rico en olvidos que el morir es sólo otro motivo para reforzarlo.
Basta que uno ya no camine por las veredas que vieron usualmente nuestros
pasos. O que una refriega profundamente trágica y sin sentido decida colocarlo
a uno en el sitial de la desmemoria.
Un ex país al
cual le han borrado la palabra amigo, las puertas llevan candados y cadenas y
no hay mesas servidas ni de pan ni de misericordia. Una tierra cuyos árboles ya
no sueltan sus frutos en las aceras o en los caminos porque se han secado de tanto odio disperso
donde antes había ilusión.
Y UN PAÍS DE GENTE EXCEPCIONAL
Pero este
territorio, a pesar de tanto dolor, ha producido, produce y seguirá produciendo
gente excepcional, no por los títulos que reúna, los cargos que haya ejercido,
sino por las huellas que deja en su paso.
Por eso son
incontables. No tienen rostro conocido. Ni nombre que repose en alguna
referencia bibliográfica. La gente común y sencilla que aún no se ha dejado
expropiar sus valores de fraternidad hacia el
otro que es su hermano. Y que están dispersos, disgregados en cualquier
parte, sin la fuerza suficiente para cambiar algo más que su más íntimo
entorno.
Y HAY HOMBRES QUE DEJAN HUELLA
Hay otros que
han logrado trazar caminos en medio de la futilidad de un tiempo vacío y que
han comprendido que haber alcanzado el privilegio de poder dejar sus huellas,
impone un compromiso con la vida que los acompañan siempre.
Y uno de ellos
es Manuel Rodríguez Mena. Su tiempo fue una entrega permanente al oficio de
tratar de comprender una sociedad destrozada por un hacer histórico cuyas
coordenadas no se regían por el bien colectivo sino por los intereses de los
poderosos.
Una historia
que no se detiene en su afán destructor, su esencia invasora, su fin
aniquilador. Y tal vez por esos instintos, Manuel decidió estudiar economía
para tratar de comprender las razones por las cuales un país rico en todos los
aspectos pudiera sumergirse en el abismo de las inconsecuencias, los abusos y
el exterminio.
MANUEL DEDICÓ SU VIDA A DESCIFRAR LA TRAGEDIA DE ESTE
EXPAÍS
Y a esa
actividad dedicó Manuel su vida, su pasión, su entrega. Cerca de nosotros
estuvo todas las décadas en las que hicimos una vida universitaria que no
concluirá. Y con él recorrimos muchas etapas de esa historia y juntamos
esfuerzos comunes en esa misma dirección.
Manuel fue uno
de los fundadores de la
Cátedra Pío Tamayo y se hizo en esos espacios Maestro
Floricultor. Nunca faltó a una invitación, un compromiso, un debate. Siempre
llevaba sus alforjas llenas de papeles, documentos, datos, que resguardaba en
su viejo maletín de un cuero ya gastado. Siempre dispuesto a dar una lección, a
entablar un diálogo productivo con quien disentía de sus puntos de vista.
CUMPLIÓ UNA DESBORDANTE LABOR UNIVERSITARIA
Y SU PASION TRASCENDENTE ERA SU PAÍS
Economista,
docente, investigador, Decano de la
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, cumplió una
desbordante labor universitaria y una abnegada actuación de maestro en el mejor sentido de la palabra para sus alumnos
de todos los tiempos.
Su labor
intelectual estuvo siempre marcada por el empeño de producir materiales que
tuvieran utilidad para la tarea mayor:
lograr la transformación de esta realidad. Por eso cada una de sus exposiciones
tenía el propósito implícito de ayudar a la creación de conciencia que reclama
este tiempo de tanto padecimiento y tan endebles perspectivas. Su pasión
trascendente era su país. Y sólo buscaba ver alguna señal que le diera las
esperanzas de comenzar a verlo caminando en otra dirección. Por esto su
expresión de siempre: ¿Cómo estás Manuel? ¡En la lucha! Síntesis de un proceder
destinado a unir idea y hacer.
PERO MANUEL NO FUE OLVIDADO HACE UN AÑO
SINO MUCHO ANTES, COMO TANTOS
En este
sentido, cuando iniciamos en esta
Cátedra el debate sobre la necesidad de un instrumento que sirviera a los fines
de la organización del colectivo-social-pueblo más allá de los partidos
políticos, participó con vehemencia y derroche de energía en la configuración
del Movimiento de Movimientos como herramienta de lucha para enfrentar esta
dictadura militar-policial narco-delincuencial-civil.
Sobre esta
temática escribió hasta el agotamiento para contribuir a esclarecer el
contenido de una historia aferrada a la vieja tradición caudillista-individualista
que hoy se fortalece con los nexos establecidos con el régimen cubano dispuesto
para conducir este ex país, cada vez con mayor firmeza, hacia la condición de
figura central del rescate y salvación de lo que aún se vende como socialismo
en general y para otros como socialismo del siglo XXI.
SU INAGOTABLE PALABRA DE RESISTENCIA Y SU CLAMOR
CONCIENTIZADOR
Pero su salud
ya venía resentida. Y el olvido hacía sus estragos. La partida de su compañera
Marucha apuró el proceso. Pero no podríamos dejar de mencionar los increíbles
esfuerzos que Manuel hizo para presentarse en esta Cátedra, en esta misma Sala,
para dejar aquí su palabra de resistencia, su clamor concientizador, sus datos
recogidos en horas de trasnocho, para poner de manifiesto la verdad del
carácter del autoritarismo que hoy pisotea, de nuevo, esta entristecida
Venezuela.
Algo que
muchos aún no quieren admitir, tal vez como una manera de
alimentar ilusiones que sirvan para evadir la tragedia que tenemos por delante
y que tanto daño, por no hablar de los muchos fallecidos que van quedando en el
camino.
Y se actúa de
este modo porque estamos, como antes se señaló, en un ex país del olvido y la
desmemoria. Una tierra a la que un puñado de hombres con poder ha decidido
borrar la memoria de un pueblo y someter el conocimiento al mismo proceso de domesticación y represión
que se utiliza para dominar al colectivo.
PARA QUEBRAR EL CICLO DEL OLVIDO
En un expaís
que ya no sabe de amigos, nosotros esta noche, atentamos contra ese cerco.
Porque esta Cátedra andante se honra en
esta hora de seguir contando en sus espacios con la presencia del Maestro
Floricultor Manuel Rodríguez Mena. No sólo para
quebrar el ciclo del olvido y la lejanía sino también para cumplir con
el compromiso de recordarle a los jóvenes
lo que es el tamaño de la entrega a una causa de justicia, libertad y
belleza que asumen los hombre de la talla, condición y capacidad de vida y
trascendencia que anida en los Rodriguez Mena de hoy y del mañana!!
Pero Manuel
nos deja un registro casi del tamaño de lo que se llevó. Porque con él se fue
la gigantesca tristeza de no ver florecer sus ideas. La desilusión de no haber
podido ganar a muchos para la idea de organizar y concientizar un colectivo a
través de un Movimiento de Movimientos vinculados por el deseo de enfrentar
esta dictadura y de avanzar hacia la construcción de una nueva sociedad.
Se llevó su
angustia, sus conocimientos que aguardan ser recogidos y puestos en práctica.
Esa pasión que lo desbordaba que también espera ser asumida como instrumento
para la realización de una historia que no esté sellada por la muerte y la
destrucción.
En síntesis,
es mucho lo que nos deja y mucho lo que se llevó inconcluso, que nos
corresponde a nosotros continuar con su misma vehemencia y decisión. Es lo que
él está esperando de nosotros.
LA HISTORIACTUAL NO ADMITE OLVIDOS NI INDIFERENCIAS
Y aquí en esta
Cátedra y en el Centro de Estudios de
Historia Actual estamos conscientes de que la HistoriActual no admite olvidos
ni indiferencia sino el cumplimiento del código de deberes que nos dejó
precisado Pío Tamayo: el deber de
mejoramiento moral con nosotros mismos, deber de ternura con los nuestros y
deber, gran deber, de solidaridad y sacrificio con la humanidad.
MANUEL SEGUIRÁ CON NOSOTROS MÁS VIVO QUE NUNCA
Y con esas
guía Manuel seguirá con nosotros, ajeno a todo olvido, más vivo que nunca,
continuando sus labores floricultoras y porveniristas.
mery sananes
13 febrero
2017
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