Hoy es un día de vuelos quebrados
de soles detenidos en nuestra sombra
respiración sin agua ni alientos
y mares en llanto con toda la fuerza
ensimismada en cada uno de los hombros
Un día sin día y aguaceros sin gotas ni
caléndulas para las repisas de los sueños
relicarios que se confían en los albores de
nuestro paladar para sembrar semillitas
de ilusiones y multiplicar la existencia
Hoy es uno de esos días en los que las
lágrimas carecen de sales y el cúmulo de las
horas no tiene certeza sobre el dónde exhibir
el rumbo que le marcan los amaneceres
el rumbo que le marcan los amaneceres
Hoy sabemos también que este es un tiempo en el que se pierden los dioses en los recintos de la vida que
se levantará por encima de todas
las estrellas para restablecer los espíritus de las mañanitas de los corazones llamados a tomar de las pimpinas en sorbos de entregas la devolución de la alegría que se vuelve Nazaret
Hoy sé mi tan querida Zaira y madre de amores lo mucho que andas sintiendo en cada uno de tus pasos en tu cuerpo tus huesos sangre músculos manos corazón donde se mueve libremente la tristeza y como me
dijiste sin querer las lágrimas se te salen
Pero cuando te acercas con tus poemas sinfónicos al hijo Pedro Amor que decidió irse para otros firmamentos a construir
la vida más allá de toda ausencia llevas tus instrumentos de agua y pan para hacerle el
coro triunfal que inventas desde tu trono de madre de
fuegos
Y hoy en silencio pero en medio del bullicio que me da el tanto quererte te acompaño para conducir el siempre a la ofrenda que haga de sus caminos la entrega de
la permanencia que estará en el hacer de todos los cielos y en las dimensiones de aquel hombre humanidad de rosas y centellas
04 de mayo del 2017
texto / agustín blanco muñoz
fotos / mery sananes
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