Y si alguna vez el café
se tornara amargo
y la palabra comenzara
a repetirse
Y si el asombro se trastocara
en costumbre y dejara
de regar sus huellas de brisa
sobre los amaneceres
Y si la presencia se disolviera
en ausencia no advertida
¿Donde irian a parar
los suspiros?
¿Qué se harian los trinos
del alba?
¿Con quién prolongaría su
palabreo la luna?
No busco respuestas
las escribo yo misma
sobre el terraplén de
la esperanza
y el vértigo de los días
magicos
Busco un intervalo que
suspenda la alegría
en el corazón de una
pomarrosa
para irla a buscar
en esos días en los
que las premisas toman
por asalto
las horas del ocaso
mery sananes
14 octubre 2017
Sigo llenando de Florerías mi alma, con tu verso imantado de amor
ResponderBorrarUn abrazo