A ESTE CENTRO QUE QUIERE SER
Por lo menos que se es maestro
es por ese trabajo tonto de enseñar
según un texto cuatro principios gramaticales
o aritméticos;-
se es maestro cuando junto con el libro
de texto se da la enseñanza
que despierta al niño a la belleza,
a la justicia y A
el amor.
PIO TAMAYO
más bien incómodo.
Enseñar a creer, a que se crea en lo que el
maestro enseña y a que se crea
en
el maestro, es cómodo para el
maestro
y es comodoneria mental, sentimental
y vocal para el aprendiz.
JUAN
DAVID GARCIA BACCA
Palabras
de bienvenida a los ingresados del año 1985 a la Escuela de Letras de la Facultad de
Humanidades y Educación
de la Universidad Central de Venezuela
UNA ENSEÑANZA QUE DESPIERTE EL HOMBRE
A LA BELLEZA, LA JUSTICA Y LA LIBERTAD
En esta hora de bienvenida a quienes ingresan a esta Escuela de Letras,
a esta casa que quiere ser recinto del arte, la palabra y el sueño,
permítaseme sentir como bien llegado el mensaje de estos dos maestros.
En esta hora de crisis, en estos tiempos difíciles que nos toca
enfrentar, se hace necesario ir más alIá de la formalidad de la ocasión. Se
hace indispensable señalar problemas, pulsar conflictos, abrir caminos. Y para
ello que mayor indicación que la de José pio Tamayo ordenando una
enseñanza que despierte el hombre a la belleza, a la justicia y al amor.
Y que mayor señalamiento que el de Juan David García Bacca
exigiendo pensar más alIá de la creencia en el saber y en el maestro, más
alIá de toda comodoneria mental. Importa entonces que vayamos hacia la
invención- de ese mundo de pensamiento, belleza, justicia y amor, que no
está hoy en este país, en esta universidad y tampoco en esta escuela. Pero
que - es nuestra aspiración más alta y la dirección en la cual trabajamos.
De alIi que este saludo quiere ser ante todo invitación concreta a pasar
por esta casa no como distraído transeúnte, a modo de un turista, sino como
habitante a plenitud, que significa aceptar el reto común y dar vuestra propia
contribución a la tarea planteada.
UNA ESCUELA PARA EL TRABAJO CREADOR
Este es el sentido mayor y la meta más alta: que una Escuela de Letras
sea territorio propicio no para la comodoneria mental sino para la forja de un
pensamiento y una acción, con vuelo poético, capacidad transformadora y
visión de porvenir. Espacio no para la simple reflexión especulativa, la
contemplación extasiada o el análisis erudito, sino para el trabajo
duro y creador que permita la verdadera comprensión del acontecer
artístico y Iiterario del hombre, como manifestación de un proceso que
llega hasta nosotros, y como instrumento fundamental en la aprehensión de
nuestro propio tiempo y su proyecci6n porvenirista. Tarea que es aspiraci6n y
reto, compromiso y urgencia que nos corresponde acometer y realizar a
todos por igual.
RESCATAR AL HOMBRE COMÚN PARA SER GENERADOR DE ACCIONES CREADORAS
Tarea, sin embargo, de inmensas dificultades en un país que
prefiere distraer a sus moradores con toda clase de credos antes que
permitirles que piensen por sí mismos. Que prefiere imponer los principios rígidos
y las normas que los presiden, antes que dar acceso a la posibilidad de
ser auténticamente libres para que podamos forjar con nuestros propios
pensamientos porvenires que no pasados. Pero tarea que es camino abierto,
lleno de claridades, porque es rescate del hombre y de su obra, de su
inmensa capacidad de trabajo y de su altísima condici6n creadora. Y porque
es rescate de nuestras propias facultades, de las facultades del hombre
común para ser generador de acciones creadoras.
TERRITORIO DE PENSADORES NO DE REPETIDORES
Y no hay mejor casa que esta para la labor que tenemos planteada. Porque
su material de trabajo, el barro que moldeamos con nuestras manos, el agua
que da forma a las vasijas y el horno mismo de donde salen
los recipientes, ha sido y es campo donde se han librado infinitas
batallas por la libertad y la justicia. Territorio de pensadores que no de
repetidores, el arte y la literarura se levantan como el testimonio
más firme del carácter indoblegable del hombre. Y por tanto se convierten
en instrumentos invalorables para el combate que nos corresponde hoy.
Pero material para ser procesado en la fábrica de nuestro
pensamiento y en el taller de nuestros corazones. No para ser contemplado,
al modo de un museo, para el solo regocijo y deleite del espíritu, o para
la - acumulaci6n del intelecto, o como mercancía para vender
o negociar. Es material que hay que penetrar y comprender, aprehender
en su raíz y sentido más alto, en su ejemplo y proyección, para
atraerlo hasta aquí, hasta nuestro presente y hacer de él nuestro más alto
equipaje en la - tarea floricultora que nos toca como hombres de este
tiempo y este pais.
TRABAJO DE SIEMBRA Y SIMIENTE
Trabajo que no es de recolecci6n de frutos aun sino de siembra y
simiente. De abrir agujeros en tierra dura y árida para sonar en ella
reverdeceres. Faena de hortelano, paciente y silenciosa sobre los surcos prendidos de espigas. El arte es de algún
modo ese alumbramiento multiplicado en los tiempos. Ese advenimiento de la vida
en medio de destrucciones y depredaciones. Descubrimiento, hallazgo de
infinitud como ofrenda al porvenir.
Y a la vez advertencia y señal, conciencia' lúcida de los
males, testimonio de raíces en medio del follaje. Aviso y respuesta, en
medio de mares repletos de cantos de sirena, de creencias que otros
impusieron para distraer al navegante e impedir su arribo a tierra de
todos.
PONER A PRUEBA NUESTRA CAPACIDAD PARA SER MAESTROS DE VERDAD
El rescate de los valores esenciales del hombre, de su espíritu
revolucionario, su afán libertario, y su anhelo de justicia y de amor
solidario. Y nunca como antes ha sido puesto a prueba nuestra capacidad de
ser ductores auténticos, de no ceder ante la -comodonería- y de ser maestros de
verdad.
Y podría suponerse que una institución como la Universidad debería
ser la llamada a cumplir este papel y esta función. Ocurre, sin
embargo, que los centros de enseñanza, aun los de más alto nivel, han sido
también penetrados, mediatizados e inoculados. Ha sido asimilada su
disonancia, su presencia de pluralidad, distorsionada su esencia, por un orden
que no acepta bajo ningún aspecto nada que ponga en peligro
su estabilidad, pero que admite, estimula y promueve todas aquellas
manifestaciones tendientes a hacer del hombre un ser crédulo y maleable que no
pensante y activo.
LA UNIVERSIDAD DE HOY COMO EL PAÍS ESTÁ EN CRISIS
La Universidad de hoy, como el país, es una universidad en crisis.
Larga y terrible crisis que no
es nueva ni reciente, sino que afinca sus raíces en el pasado de
imposición y usurpación que rige el inicio de nuestra historia. Una Universidad hecha a imagen y semejanza de un orden que ha requerido su
presencia y sus servicios para modernizarse, reacomodarse, remozarse.
Una Universidad domesticada que formalmente dispone de mecanismos
autonómicos, que son respetados mientras no signifiquen disidencias reales o
puedan convertirse en germen de verdaderas subversiones. Un centro que ha servido para anular muchos esfuerzos, para
desvirtuar otros, para absorber inquietudes, limitar rebeldías,
tranquilizar conciencias.
Y cuando la Universidad ha intentado hacerse presente, o ha querido
ser raíz y denuncia, el orden
siempre ha tenido a su alcance instrumentos represivos de toda índole para
sofocarla, aplastarla y acallarla.
PERO LA UCV SE HACE A LA MEDIDA DE SUS MORADORES
Pero lo importante es esto: la Universidad está formada por cada
uno de quienes estamos en ella, temporal o permanentemente. Se hace a la
medida de sus moradores y en consecuencia, si estamos lejos de aprobar o
promover la comodonería, a la Universidad debemos venir a construir, a trabajar. No a ser receptores pasivos, recolectores de credos
ajenos.
A constituir esta casa en lo que debe ser: una universidad cuya función
es en esencia subversiva. Por ello debe
ir a la raíz de los fenómenos, a
desentrañar los hechos ocultos, a poner de relieve la causalidad de los
acontecimientos, a develar las ideas extrañas e impuestas, a buscar nuestras
propias categorías científicas para abordar la comprensión de la realidad, proponer caminos adecuados y viables para la constitución de una
historia distinta.
A ofrecer respuestas concretas y luchar y combatir duramente contra todo
aquello 'que sirve sólo a los intereses de una minoría. Dar diagnósticos que sean puntos de partida reales para acciones
que se proyecten en el futuro. Ser conciencia de los males y receptáculos
de todos los sueños porveniristas. Y ser resistencia ante las embestidas de los
enemigos.
LA TAREA ES LA DE LA FORJA DE HOMBRES, DE PUEBLOS Y DE VIDA
Para esta tarea hay que convocar a todos. Y ustedes que hoy ingresan a esta casa, deben ante todo tomar
conciencia de este reto y del trabajo que les corresponde cumplir. Mayor tal vez al que esperaban realizar pero de más alta proyección. Hoy
y aquí cada esfuerzo es indispensable, cada aporte imprescindible, cada toma de
conciencia fundamental para ir abriendo trochas de luz, de justicia y de amor
en medio de la oscuridad. Tarea, como decíamos al principio, llena
de dificultades pero desbordante de plenitud porque es forja de
hombres, de pueblos y de vida. Un combate para el cual todos los escenarios son válidos.
En estos tiempos, impregnados de avances tecnológicos al servicio
exclusivo de la acumulación, en que lo que más vale es lo que produce mayores
ganancias, poco sentido parece tener la decisión de estudiar literatura, de
venir a inscribirse en una Escuela de Letras. Artículo suntuario ha sido
calificado por organismos oficiales. Objeto de lujo para distracción de
privilegiados. Actividad para el tiempo libre. 0 para hacer una
pasantía hacia las esferas de la intelectualidad.
Pero, atención, esto es precisamente en lo que quieren convertirnos,
porque es una de las tantas maneras de volver el arte inofensivo, uno de
los medios de permitir que subsista una Escuela de Letras -este centro contentivo
del arte de todos los tiempos- sin que cause mayores dificultades
o contratiempos.
NO QUEREMOS UN SABER ENCERRADO EN BIBLIOTECAS
Es lo que
quieren hacer de nosotros. Pero no es lo que nosotros queremos que sea esta Escuela de Letras, a la que hoy
ustedes arriban. Encerrado en bibliotecas,
atrapado en museos y salas de exposiciones, bajo la cubierta de lujosas
portadas, y aún en la mente de
los maestros que no enseñan a pensar sino a creer en 'cuatro principios gramaticales o aritméticos, el arte se vuelve artículo
suntuario.
Sirve para hacer funcionar escuelas, editar libros, demarcar la presencia de una elite intelectual capaz de mantenerse dentro del orden hasta una
disidencia inofensiva. Pero no para despertar el hombre a la belleza, la justicia y el amor. No para enseñarlo a pensar por sí mismo y a actuar
en función de una historia hecha a su
medida.
EL ARTE AGUARDA SU VERDADERA RESURRECCIÓN
Sin embargo, detrás de toda esa formalidad, el arte aguarda su verdadera resurrección. Aguarda su tiempo de hacerse señal y fogata, denuncia y testimonio, lumbre y aurora. Su tiempo de ser revelación e instrumento de combate. Su posibilidad de hacerse
logro y alcance de todos los hombres. Su tiempo de transmutarse no en anuncio
de plenitudes sino en la plenitud misma en la
historia por venir.
Transmutaci6n, sin embargo, que no puede realizarse sin trabajo. Trabajo de obrero y artesano, trabajo paciente y humilde, trabajo de reencuentro con los verdaderos valores que están en la raíz de todo acto creador: el derecho del hombre a desarrollarse en
totalidad, a multiplicar la esperanza, a prodigar el canto y la luz. Trabajo para el cual hay que proveerse de un instrumental adecuado y al cual hay que dedicar esfuerzo y pasión, tenacidad y rigor, riesgo y desvelo.
TRABAJO QUE SEA SIEMBRA Y SUEÑO DE FLOR
Pero trabajo que es siempre siembra y sueño de flor. Trabajo de abril erías, no importa cuántas
sequías nos aguarden aun.
Bienvenidos sean entonces a este centro que quiere ser de trabajo, creación y pensamiento. Bienvenidos al encuentro con la aspiración y el empeño. Pero ojalá no se queden ustedes con nuestra palabra y declaración y se
conviertan en presencia exigente, conformados de una preocupación critica, interesados en la labor del pensamiento y obstinados rechazadores de la simple y cómoda
creencia.
Que en cada uno de ustedes se multiplique la inquietud, la señal de la exigencia, el espíritu de trabajo y las ganas de contribuir a forjar
una Escuela de Letras en la cual el pensamiento, la belleza, la
justicia y el amor formen parte de la principal línea de su vida y de
su hacer. Una Escuela de Letras en la que todos nos sintamos incomodos ante
los grandes males que hoy azotan al mundo.
IR DE LA INTERPRETACIÓN A LA ACCIÓN TRANSFORMADORA
Y no solo para actuar en términos de reflex1ones eruditas sino para abr1rnos al gran compromiso. Porque ha llegado la hora en que la palabra deje atrás la creenc1a y la
simple interpretación para convert1rse en científica y transformadora.
AFIRMAR NUESTRO DERECHO A SOÑAR HORIZONTES INFINITOS
Ojala y a la vuelta de un tiempo tengamos aquí un fulgurante movimiento en el cual se conjuguen el sueño, el pensamiento y la acción porveniristas. Un movimiento capaz de afirmar nuestro derecho a
soñar horizontes infinitos para el hombre, a pensar una sociedad regida por la just1c1a, la solidaridad y el amor, y a proponerla como realidad
concreta y pos1ble desde va.
mery sananes
enero 1985
.
\
No hay comentarios.:
Publicar un comentario