El hombre corta el árbol
para hacerse una casa
lo parte en dos
lo cincela hasta hacerlo cuña
que sostenga la armadura
de sus sueños
Y sin embargo
el árbol aún le entrega
la sonoridad de su canto
en espiral y el arcoiris
de sus iridiscencias
Y uno se pregunta
cómo pudo el sol traspasar
la barrera de su corteza
y anidarse en su interior
como un torbellino de luz
El madero es un cuarzo
que desde su lecho de grava
aprendió a encantar a la hierba
para robarle su rubor iluminado
y el beso cautivo que le
dejó la transparencia
del rocío
texto y fotos
mery sananes
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