BOCADO
DE ROSAS
Vengo de una tierra atravesada
de desembocaduras
bordeada por un mar que espumaba
transparencias una cordillera poblada
de antiguos dioses que cuidaban de la
flor y la cosecha que resguardaban
el fuego y hacían cabriolas con el viento
para que el polen se esparciera por todos
los costados de un territorio habitado
por milagros
Una vez fue el hombre que observaba
las estrellas y dibujaba el paisaje de su
porvenir sobre los bosques y las selvas
y los manglares y las orillas mientras
desgranaba el maíz destilaba el café
mecía la caña hasta convertirla en almíbar
y amasaba la alegría hasta que el querer
se repartiera por todos los confines
Ese historial se quebró de improviso
y de un solo golpe y nos despojó de las
cascadas de los granos y de los atardeceres
se apoderó de todas nuestras pertenencias
y nos dejó enhebrado en el párpado un
sueño que aún no fulgura ni resplandece
Y ese es recinto en canto que venimos
a buscar y para eso hay que nombrarlo
reconstruirlo escribirlo invocarlo hasta
que cada quien lo cargue en el costado
enardecido de nuestros suspiros en
la línea recta de nuestra mirada en
el terraplén de los deseos en la estructura
molecular de nuestros huesos que tremole
en el cauce de nuestra sangre que entone
su canción en el interior de nuestra garganta
que horade el piso hasta sembrar
un tiempo de porvenires
Y para eso hay que dejar atrás todo
el equipaje ajeno que nos colocaron
como una carga sobre el hemisferio sur
de un país de agua hasta secarlo aún
en sus vertientes subterráneas
en sus vertientes subterráneas
hay que ir a rescatar una lengua madre
que tenga sabor a bocado de rosas a
pan de siempre a vocablo amoroso que
invite a compartir la pena y a celebrar
la plenitud de un devenir de arroyos
que desborden florerías en sus orillas
sin inundaciones en un espacio donde
los hornos no fustiguen a las estrellas
ni socaven la luz solar de los mediodías
ni el aleteo fugaz de los cocuyos
la vastedad de un mar único y caribe que se
extiende hasta un atlántico que conoció el
verdiazul en las aletas de los peces que cantan
y las plumas de los tucanes que reverberan
sus nidos en la torre de los bosques
Y si aún las gaviotas pueblan el aire
que respiramos y sus alas de cronos resisten
la fiereza de la muerte que se nos ha decretado
como si fuéramos números en serie de un
genocidio calculado cómo no habremos de
levantar el asta de nuestros sueños
la envergadura de la alegría que nos
secuestraron la dimensión de la tristeza
que nos clavaron en la columna
la envergadura de la alegría que nos
secuestraron la dimensión de la tristeza
que nos clavaron en la columna
vertebral de nuestras carencias
Hoy nos toca escribir el futuro desandar la
muerte y reinventar la historia que nos fue
consignada en el átomo cósmico de nuestro
nacimiento para ver si al fin algún día
en esta tierra de milagros y encantamientos
mery sananes
poema final de
Palabras conjugadas
Caracas, CPT-UCV, 2016
pp. 91-92
fotos / ms
fotos / ms
La Rosa
Andre Rieu
Publicaca en este blog
el 19 de julio del 2018
No se puede decir mejor ni modo más hermoso el dolor del abandono de la tierra propia, del exilio y la ausencia.
ResponderBorrarNo se puede decir mejor ni modo más hermoso el dolor del abandono de la tierra propia, del exilio y la ausencia. Gracias, MERY SANANES
ResponderBorrarBelleza de poema,Dios Bendiga su intuición para seguir dando este y muchos mas🙏🙏🙏🌹🌹🌹
ResponderBorrar¡Sencillamente Hermoso! Se me hace inevitable tener y sentir tantas emociones. Es un remolino de sentimientos.
ResponderBorrarDescribes un país que fascina a la par que te duele en el alma. Miguel interpreta que te duele el exilio. Yo creo que te duele el camino que tomo tu país. Te quiero reina mía. Espero que estés mejor
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