Cuando logremos que los
encantamientos se derramen 
sobre cada uno de nuestros dias
como un maná nacido de los huertos
del alma nos convertiremos en 
los verdaderos repartidores 
de alegrías y golosinas por más 
amargas que el paladar las saboree
Y cuando se tienen hijos
la magia debe llenar los zapaticos
 de la inocencia
cada vez que dan un paso
para que se construya en ellos
la defensa de la rosa y la
entrega del fruto
Y armados de ese amor
aprenderán a trasmutar todo
dolor en corteza de árbol
protegiendo el cauce de 
la savia que nutre sus ramas
Hoy dejo en tus pies descalzos
mientras bailas con isadora
al ritmo de la séptima
un espejo de cristal para que 
en él redescubras la magia
que te sembramos en tu
risa abiaubia y que ya
depositaste en tus niños
portadores ahora de la 
única lumbre para sobrevivir 
los oscuros tiempos de los 
hombres deshabitados de 
toda ternura
06 de enero del 2019
texto y foto
mery sananes

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