A veces sólo basta
un rayo de sol
deslizándose por el
dintel de una ventana
el quicio de una puerta
o por el vértice de
una circunferencia rota
para que una llama
se encienda en la
penumbra más oscura
Traspasa las fronteras
de la tristeza y se alza
como una fogata
que se extiende más
allá del mirar hasta
alcanzar la exacta medida
de la alegría rescatada
a los designios de los
sepultureros
Bastan dos manos
para agitarla como una
hermosa banderola
y sembrarla en los
surcos desasistidos
del hoy
Basta a veces que
el ojo siga la huella
que dejan los incendios
para esparcirlos
como una cascada de
luceros en las noches
de los ciegos
Y tal vez entonces
hayamos aprendido el
oficio sagrado del fuego
que prometeo le robó a los
dioses para que el hombre
recuperara su auténtica
condición de aguatero
mayor
texto y fotos
mery sananes
Mery Sananes una obra magnífica de un autor excepcional. La interpretacion de Martha siempre és única. Me encanta
ResponderBorrarPreciso demás. Y si, al igual que en la vida, à veces basta una sola pequeña entrada para que esta se ilumine. Gracias por compartir. Lo comparto amiga.
ResponderBorrarLuz
ResponderBorrarmás Luz
Energía
más Energía
números
trascendentes
del Pi al e
gigantes
imparables
a nada
comparables
y muy
recomendables
cómo transitar
del hablar
al actuar
sin nada
ni a nadie
malograr
Rory 🙂 15mayo2021-14h.
Como andar sin tus alturas, mi querida Tepuy. Abrazos inmensos.
ResponderBorrarMery Sananes pues pasé días por las bajuras y, sólo tú, me hiciste emerger, gracias de todo
ResponderBorrarArgelia Malaver Flores
ResponderBorrarExcelente. Su densidad y hondura merecen ese asombro, ese instante en que la luz interior encuentra esa endija en el afuera y se manifiesta. Un poema que me instala al pie del día como una celebración. César Seco
Ay mi querido César qué conmoción me dejan tus palabras y cuanto te las agradezco. Tu instalarte al pie del día como una celebración, no podría estar más cerca de mis búsquedas y de mis intentos. Mi abrazo reiterado extensivo a Argelia. Y mi alegría de tenerlos cerca.
ResponderBorrarExcelente viaje! Gracias por compartir esta hermosura!
ResponderBorrarTu das algo importante a todos
ResponderBorrarLa noche de los ciegos. Cuánta luz se necesita para convertir una penumbra en hoguera; para que las manos de un ciego logren ver el sol. Cuál será esa llama que nos haga comprender lo que quiere la noche.
ResponderBorrarNavil Naime Las dos líneas finales (en sí, dos versos) son ya el inicio o el cierre de un poema, querido poeta. Te alcanzó la luz de Mery.
ResponderBorrar
ResponderBorrarArgelia Malaver Flores -César Seco La luz de Mery me tocó desde el primer instante en que la conocí y ya jamás me ha abandonado. Te abrazo mi admirado maestro.
Cómo agradecerles a ambos sus palabras. Las siembro en mi corazón para que jamás pueda faltar a ellas. Ustedes, César, Argelia, Navil, esa luz la llevan consigo desde siempre. Y de qué manera. Es en verdad lo que nos permite ser lo que somos, con todos los pesares incluidos. Algún día esas luces se juntarán, como hoy nos acercamos hermanos en el sueño, en la voluntad, en la resistencia y en el entregar lo mejor que podamos todo aquello que hemos recogido de quienes vinieron antes y quienes sigue nutriéndose a veces sólo de ese rayito de lumbre. Gracias infinitas.
ResponderBorrarHermoso y lleno de luz...de tu luz! Mery, te quiero!
ResponderBorrarEsta poesía me ha puesto a pensar y analizar su contenido. Realista , sorpresivo , daña etc me imagino que esta debe ser su finalidad.
ResponderBorrarMuy bella tu poesía Mery. Gracias.
ResponderBorrarAbrazos Sandor. Gracias!!!
ResponderBorrarSe nos cegaron, si.
ResponderBorrarCon los malvados golpes del poder.
Mas desde dentro
donde nadie nos muerde ni nos roba
renacimos los cantos de nuestras luciérnagas
la luz multiplicada
terminará con todas las cegueras
y en ese entonces
nos podremos leernos enteros nuestros nombres.