Todo el rubor de la tierra
asciende cada amanecer
por las enramadas del alma
hasta alcanzar la fosforecencia
con la que el alba despide
amorosamente la noche
para derramar entre ambos
su fulgor innumerable sobre
los ojos asombrados de
una partitura aún inedita
texto y foto
mery sananes
publicado inicialmente
12 septiembre 2020
Glenn Gould
Beethoven Allegro de la
Sonata Tempestad
Toda gracia y sensibilidad las plasmas en palabras tan hermosa ,mi querida Mery
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