Un amanecer es un compendio de ilusiones
que se monta en los trenes del existir
Un respiro que apunta hacia el universo
donde se crean los caminos de los apegos
consentidos
La fragancia de los despertares que residen
en las alboradas de los pasos que sólo saben
del abrazo de las cercanías y el compartir
que deviene en flor del día
Entonces el brillo se vuelve huracán que como hambre en pan toma en sus manos la lanza que abre surcos para llamar a todos los transeúntes a comulgar con los festejos celebrantes que no saben de cronologías sino de existencias
mayores
Y para cumplir con este mandato del vivirás
en ti están las fuerzas de la alegría que
cultivas en cada retoño de tu aliento
Cuentas con el alumbre que te ha llevado
a tocar los andares de las mañanas que
reparten encantos dulcineas en mensajerías
de siemprevivas
Un tiempo que lleva tu nombre y que
mantiene una honda creación para el cultivo
de trompetas pícolos y cuerdas de una
música que alguna vez andará por todos
los cauces que van hacia una humanidad
de vidas ritos amores y libertad
Volverás así a encontrarte en los llamados
de Egmont y la Oda a la Alegría que tanto
han acompañado tu levantarte de misionero
que aguarda el tiempo de otros sonidos
decisiones y destinos
texto / agustín blanco muñoz
foto / mery sananes
L.V.Beethoven / Oda a la Alegría
Paavo Jarvi
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