Nunca se aguarda la muerte
sino la vida realizada y por realizar
y salvador sabemos que estás en ese
exacto umbral entre un retorno o
un arribo a nuevas fuentes de tu
persistente andar
Una y otra vez has recorrido todos
los caminos que van y vienen de
la tristeza a una alegría que siempre
se deslizó de tus dedos de juglar
detenido sobre la orilla de un
estar que no te pertenecía y que
hiciste tuyo de tanto escribir sobre sus
muros una larga historia de penas
El silencio es ese abismo que se
abre entre lo que conocemos y
aquello que aún no sabemos
y nos instalamos en medio de un
hospital desconocido y te miramos
sin querer detenernos en tu dolor
sino imaginar cuántas historias de
caminos surcas en este momento en
el que no alcanzamos a ser
sembradores de milagros
Y en tu inmensa serenidad nos hemos
anclado como una permanente
lección de vida
Sólo que ausentes nunca estaremos
ni de tu regreso ni de tu partida
y que vamos a tu encuentro como
un ejército de pájaros en los pinceles
de chagall en busca de tus trinos
Y en cualquiera de las decisiones
que la vida te asigne ya estás inscrito
desde hace mucho en nuestros
desguarnecidos corazones como
ese incesante rebelde que nunca
has dejado de ser y que celebramos
como ese alfabeto que las piedras
nos dejan de las plegarias que no
ascienden hacia cielo alguno
sino que quedan como esporas
nutriendo tanta vida como el amor
en su incesante intento de vencer
todas las formas de muerte
Abrazos
26 junio 2021
ResponderBorrarNingún llamado más urgente, ningún deseo más íntimo y genuino que el de la paz y la aceptación. Gracias por estas palabras que también hago mías.
ResponderBorrarSin otras palabras que darte las gracias Navil.
Mery Sananes felicitaciones por tu arte.Lo comparto.
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ResponderBorrarLindo arte. Felicidades.
ResponderBorrarFelicidades, por tu arte precioso
Caramba, qué duro trance...
ResponderBorrarUn abrazo, Mery.
ResponderBorrarMuchas GRACIAS Mery Sananes .
ResponderBorrarEsto llega hondo, e ilumina, querida Mery. Que lo mejor sea para Salvador.
ResponderBorrarHermoso!Un Abrazo inmenso Mery
Sept 2021
ResponderBorrarHermosa homenaje.
Tu texto ya es un homenaje profundamente sentido que emociona y conmueve. Aún sin conocer a la persona. Enhorabuena.
ResponderBorrarGracias, yo no te conozco Tocho sino por esas percepciones que nos alcanzan desde alguien cuyas vibraciones del espíritu sentimos. Y mira que puedo afirmar que nos conocemos y que ya somos compañía y afecto compartidos, Mi abrazo.
ResponderBorrarMe siento muy agradecido. Es un honor. ¡Muchas gracias, Mery!
ResponderBorrarConocí su trabajo por un poeta amigo mío, Aly Pérez, quien también murió. Luego he seguido tus pequeños informes sobre su salud, su manera de enfrentarse a la trascendencia. Qué valiente fue, qué amado. Te leo en la profunda añoranza de que su obra no quede en ruinas. Seguramente habrá quien compile, edite y publique a este gigante. Te abrazo Mery Sananes
ResponderBorrarMery muy amada, maravillosa y sentida tu carta a nuestro amado Salvador...Ser de luz y paz, que solo sabía sumar amores profundísimos con su bondad, sabiduría y su gran don de gentes. Como poeta? Excepcional, sin duda! Puedo afirmar, con absoluta certeza, que Salvador fue uno de los más grandes y mejores poetas que he leído! La poesía.la llevaba entre los poros de su piel y su alma, mente y corazón...y la expresaba en sus magníficos versos que tenían el don de tocar las fibras más sensibles de quienes tuvimos la dicha de leerlos. Noble, amoroso, sabio, valiente como ninguno! Siempre admiré el coraje con el que enfrentó su terrible enfermedad,-la que nunca, por cierto-, llegó a tener un diagnóstico médico definitivo y la forma, apacible y llena de paz, con la que enfrentó su gran sufrimiento físico y espiritual, durante tantos meses. Y hasta a la muerte -que sabía tenía muy cerca, siguiéndole los pasos-, la enfrentó con la entereza y valentía solo propias de varones íntegros! Estoy plenamente segura que está junto a Dios. Confesó, recibió los últimos auxilios espirituales y jamás renegó de su suerte ni abandonó su fe en su Creador. Más bien, la aceptó con sobrada humildad. Al final, ese Padre maravilloso y amante que es Dios, vino a buscar a su hijo amadísimo, Salvador, a liberarlo de tan fuertes cadenas que soportó y a llevarlo, presurosoo, a su lado. Lo acompañé virtualmente, pero con mi corazón y alma durante su enfermedad. Nunca lo ví personalmente, pero sí pude ver, claramente, a través de sus poemas y escritos, su alma bella y pura. No te digo adiós, Salvador, sino "hasta luego", porque no será muy largo el tiempo que seguramente faltará, para alcanzar también, como tú, la paz eterna.
ResponderBorrarQué homenaje tu texto! Recuerdo comentarios y varios mensajes llenos de sabiduría y sensibilidad. Que descanse en Paz.
ResponderBorrarTe acompaño Mery Sananes
ResponderBorrarCuanto dolor tengo en el alma, cuanto amor y admiración me inspiro Salvador, excelso escritor y mejor ser humano... descansa en paz. Amén
ResponderBorrarMuchas gracias Mary, muy sentido y extraordinario tu homenaje.
ResponderBorrarConfiamos y agradecemos infinitamente toda la recopilación que puedas realizar de los escritos de Salvador para darlos a conocer aún mucho más, como merece su obra
Demasiado hermosa...
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