Hay silencios que se
llenan con una voz
que jamás hemos
 escuchado
Y que inventamos 
hecha canto
en la vasija muda
de cuerdas rotas
Días inmóviles
que transcurren
estacionados en las
noches 
Horas sin reparación
que se extinguen 
antes de tiempo 
insertas en un 
oleaje de areniscas
Penas sin sollozos 
ni temblores que sólo
recogen la inmensa
quietud de los bosques
talados
Suspiros que se
beben los colibríes
creyendo que el
corazón es un pozo
de néctares
Ponientes que
juegan a ser 
sorprendidos 
amaneceres
de un tiempo que
aún no ha llegado
E inmersos en la
penumbra no somos 
más que las alas 
exhaustas de un pelícano 
a orillas de un 
acantilado inesperado
texto y foto
mery sananes
15 de septiembre 2022
Franz Liszt
Un suspiro
Ida Cernecka

No hay comentarios.:
Publicar un comentario