Mientras las sombras
resguardan la luz
para los amaneceres
los ponientes
cultivan la
claridad de los
astros
Dejan sus señales
antes de entregarle
el testigo a la luna que
aguarda la serenidad
de su azul para dibujar
sus propios rituales
Y el sol se marcha
alegre mientras va en
busca de la otra mitad
en su eterna función
de entregarle
la intensidad de
la luz que ambos
despliegan
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