APROXIMACION A UN LIBRO EXCEPCIONAL
VENTANAS
Pepi Bobis Reinoso
APROXIMACIÓN A UN LIBRO
EXCEPCIONAL
OJOS DE BUEY
Hoy hice una nueva lectura
de la obra titulada VENTANAS cuya autoría es de Pepi Bovis Reinoso, quien tan
generosamente me lo hizo llegar. Y desde las primeras páginas su lectura me ha
resultado impresionante. Por el fluido movimiento de su palabra y a la vez el
vigor para mantener un curso que, a pesar de los pesares, por todo lo que
contiene. y retiene, no se desborda. Conserva su espacio y ese decir que no es
fácil conseguir.
Sin embargo es como la
viga que sostiene todos los naufragios. Un testimonio duro pero indispensable.
Y a la vez comedido en su forma aunque sus contenidos los manejas con una
sobriedad que permite aprehender lo esencial de su contenido.
¿Quién que lo lea no se
ha de sentir retratado? Es la visión de la ventana que se ve desde afuera
aguardado que un candil se encienda. En cada una de sus partes, destila la
quebradura de un destino. El fallar de una ley que no alcanzó la medida del
amor que queda regado sobre un cielo recluido.
Y allí, en cada parte, divide
una historia que es la misma. Un dolor transeúnte que no se marcha pero que
deja en su paso una herida presente en cada primavera. Y sin duda que los
epígrafes y los nombres con que la autora divide los instantes del dolor, nos
permiten advertir la hondura de lo que se ofrece.
GATERA
Hay destinos que dejan
en la tierra una huella que no se marcha. Cuando lo que ha de venir de pronto
detiene su paso para dejar una desgarradura que no se cierra y deja el alma
desarmada. Y no queda sino enfrentarlo allí en el papel. Ese espacio que recoge
lo ilimitado de una tragedia que no concluye.
Y si pervive algo más
que el dolor deconstruido, es la voz que lo describe. Una palabra que viene del
alma pero que se viste de todos los insumos de la cuerda de adentro y la que
palpita sin cesar en los alrededores del vivir.
Un libro que no puede pasar desapercibido, porque en cada verso, una
pena interior se desliza en quien lo lee. Y se hace nuestro. Y ese rasgo
predomina en todo el texto, sabiamente dividido en partes, que dejan al lector
recomponerse para abrirle diminutas grietas a la tristeza esperando que pase
algún rayo de luz.
Y allí advertimos que
ese rayo sigue en el interior del espíritu de cada palabra entregada como un
acto de amor indivisible. Que no se marcha ni se delimita. Se entrega al
universo sin requerimiento de condiciones, ni necesidad de altares para el
despegue. Todo se concentra en ese lugar del alma humana capaz de atravesarlo
todo, con la serenidad de los faroles y la luz lunar, erguidos en sus tareas de
rescatar la luz, donde solo hay sombra hace presencia.
VENTANALES Y MUROS
Este es un libro
valiente que muestra sus heridas no para reclamar algún tipo de aliento. Más
bien es una palabra que crece hasta hacerse viga de un techo inexistente que
deja al lector construirlo, habitarlo, hacerlo florecer. Porque no hay que
olvidar que tras cada desazón insurge una resistencia. Y allí en ese conflicto,
que este mundo deteriorado nos deja, nace una rebeldía, una fortaleza inédita
que también recoge este extraordinario testimonio y que nos entrega como un
arma de amor para enfrentarse a las penas inextinguibles de la extraña
experiencia de vivir, y también de morir a la vez, mientras en primavera siguen
susurrando las flores que prevalece el renacer del alma, en cada nuevo pétalo, por
más adolorida que se encuentre.
VISIÓN DE LO INVISIBLE
Esta obra conmueve y
sorprende de muchas maneras. En un mundo en el cual prevalece la derrota antes
que la sencilla victoria de sobrevivir, el testimonio del dolor deviene en una
constante. Pero aparece de muchas formas y vías. Y lo que hace muy especial
esta obra es su enfrentamiento a la derrota. No nos convoca a acompañar. Con un
sencillo abecedario que crece en cada página, quien escribe se maneja como una
corriente indetenible de agua en camino hacia un mar que ya está seco. Y nos
llama a asumir el vivir como una batalla permanente que hay que sobrevivir y a
ratos hasta sobresaltarla con un racimo de siemprevivas en la mano y un corazón
zurcido de hilos de hierba.
mery sananes
06 de abril del 2024
Querida Mery, siento ahora unas inmensas ganas de llorar, por nada malo, todo lo contrario. Emociona lo que dices y cómo. No sé en realidad si merezco tanto, pero viniendo de ti es un súper regalo que llevaré siempre muy adentro.
ResponderBorrarEstas VENTANAS son como un desafío, un adiós que te hace volcar en lo inmediato todo aquello que deseas alcanzar y se vislumbra cerca.
Agradecimiento y todo mi amor.
Es precioso el analisis que te dedica Mery abriendo poco a poco tus ventanas. Enhorabuena Pepi
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