En esta madrugada
insomne
en la cual me amanece
el planeta más triste
que nunca
busco un verso
anónimo y colectivo
que le de un viraje a las sombras
que alumbre con la lumbre
del anafre o del candil
que salga libre como las hojas
de un árbol
por su sola dulzura sostenido
un verso que se troque
en diapasón
que venga guaraleando
auroras
y quitando soledumbres
que haga del granado trigal
de la noche
un pasto de hierbas
azules y un río con olor
a duraznos
que cancele el horror
dé al traste con la muerte
se reconcilie con la vida
y le abra compuertas
a la alegría
un verso que siembre pólvora
en la rosa
que arome de azahar
el recinto de los sueños
dinamite los geranios
para que puedan esparcir
en el corazón del hombre
su botánica condición
un verso que no espante
que reconstruya el lenguaje
de las mariposas
tan semejante al que debió ser
el de esta devastada humanidad
un verso-almácigo
que venga cargado con su cosecha
de abrabesos
que abra trochas en el intrincado
bosque del terror
un verso fraguado en madera
con color a miel marina
que nos devuelva la risa
arrebatada del hombre
que venza la congoja
con un telar de hilos de fósforo
que trace la geometría
de la pomarrosa
y la descendencia exacta
de los milagros
que restituya la circunferencia
del abrazo
restablezca el diálogo
que nos enseñan los pájaros
rescate las huellas de luz
que el aprendiz de hombre
ha dibujado sobre la noche larga
de su penuria
que devele el poder de las palabras
que mienten
y de las palabras
que socavan la noche
en busca de los días que vendrán
un verso que desvíe la bala
de su recorrido de muerte
para convertirla en lámpara de tierra
que nos despierte el alma
hasta convertirnos en eternos
centinelas de la vida
que desate
las furias del amor
hasta arrasar con toda extensión
de odio
el verso trueno que no ha encendido
aún su fulgor sobre las nubes
un verso volantinero
tan gigante
que quepa en la pupila de un niño
un verso saeta que se abra paso
hacia la palabra humanidad
que venga apacentando bosques
detrás de los luceros
con sus ansias de arbolas
y sus ribetes de lumbre
un verso topo
que venga cincelando
en la piedra
la casa florecida del hombre
aunque el suspiro se cuaje
desde las honduras de un pozo
mery sananes
escrito en el 2003
publicado en abril del 2010
escrito en el 2003
publicado en abril del 2010
ResponderBorrarEternidad de la Belleza
Vino, primero, pura, / vestida de inocencia./ Y la amé como un niño.// Luego se fue vistiendo/ de no sé qué ropajes./ Y la fui odiando, sin saberlo.// Llegó a ser una reina, /fastuosa de tesoros... / ¡Qué iracundia de yel y sin sentido!// ...Mas se fue desnudando. / Y yo le sonreía.// Se quedó con la túnica / de su inocencia antigua. / Creí de nuevo en ella. // Y se quitó la túnica, / y apareció desnuda toda... / ¡Oh pasión de mi vida, poesía / desnuda, mía para siempre! ... ¡Hojita verde con sol / tú sintetizas mi afán; /afán de gozarlo todo, / de hacerme en todo inmortal! (Juan Ramón Jiménez). De mano blanca en mano blanca, juntos. De mano libre en mano libre, fuimos un retrato del alma de la tierra. ¡Antes del Alma fue la Poesía! La imagen vegetal de la luciérnaga. La furia de un enorme juramento. Naufragio en el turbión de la Locura. La Causa Innumeral de la Armonía. Aquella vestidura de neblinas. La hora de la paz consigo mismo. Mi labor silenciosa y obstinada. La hora del almácigo, del surco. La hora del insomnio submarino. La habitación sexual de la belleza. La hora del asombro adolescente. El aletazo sepulcral del frío. La primordial esencia primitiva. El limo original de lo viviente. La eternidad de la belleza a pie. Azul de eternidad de la belleza. Relámpago, torrente, sol, arrullo. El triunfo cenital de la alegría. La danza esplendorosa de la estrella. La noche medular de los hambrientos. Un modo de mostrar a Dios el hambre. El fuego azul de la tormenta en celo. El suave resonar de lo amarillo. La amarilla dulzura del poniente. El dulce copular de los arroyos. La lujuria del alba descubierta. Pitagórica música distante. La herida de la luz sobre la frente. Pensamiento revuelto, encabritado. La espectral compañía de la sombra. La loca sombra de la noche insomne. La negra sombra de un almendro en flor. Larga sombra de cópula y prodigio. La sombra insomne, trágica y eterna. El escuadrón compacto de las sombras. Paso del hombre a solas con su sombra. El gran conocimiento de la sombra. Caída matinal del cielo al mundo. Limbo de descendida paz celeste. El árbol puro del amor eterno. Un florecer espiritual de lumbres. Abiertas copas de oro deslumbrado. De pronto un raro resplandor desnudo. Su desnudez y el mar esclarecidos. Imagen alta y tierna del consuelo. Pasión, amor, encuentro, reto, vino. Íntima comunión con la corriente. Hechicera amorosamente bella. Temblor del alma entre temblor de espuma. Sal que impide que el mundo en llanto pudra. Forma de vida, asombro deshojado. Estela, goce, infierno, barco, sueño. Ola, estrella, tormenta y huracán. Fluir inagotable del murmullo. Vigilia del asombro detenido. Subterránea fuente al descubierto. Vagabunda, nocturna, callejera. Hembra inmortal, jovial esencia, alumbra. El alma innumerable de la vida. Vida, lazo apretado hasta el final. La sílaba final de este preludio.
pablumbre@hotmail.com
Todo en este poema llena mis alforjas de palabras y sentidos, y de aromas de emoción. Gracias por ser así uno de mis referentes.
ResponderBorrarUn abrazo