Hay días que te busco
en las notas de una ofrenda
en fuga hacia la estación
de los adioses
en el claveteo de un pájaro
sorprendido de verse a sí mismo
horadando la corteza de un
cristal irrebatible
en la impasible brevedad del agua
que aguarda la herida en espiral
que el guijarro escribirá en los
dedales de su piel
y en esa travesía que acorta las
distancias de la noche que quiebra
los anaqueles de las nubes que se
desliza sin prisa sobre la heredad
de los naufragios la espera
se dibuja en ventanales sin luz
mery sananes
27 julio 2010
mery sananes
27 julio 2010
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