A Glenn Gould
a su fuga en tiempo de
éxtasis hacia la estación
de los enigmas
II
Una sola melodía asciende
y desciende sobre el teclado y
regresa una otra vez como si fuera
el dictamen de una causa el
silabeo de una razón que no se
detiene ni atempera que sigue su curso
como un río que se desborda sobre
sus confines derramando una a una
las notas que son como pasos hacia
un enigma escrito de antemano en
la orfebrería de acordes tejidos
en el éxtasis musical de
una afirmación que no cesa
mery sananes
07 marzo 2011
07 marzo 2011
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