Su piel se cubrió de diminutos
verdes como si su corteza toda
hubiera parido hijos que en
nidos de clarinete le hubiesen
escrito un adagio dúlcimo como
el zumo de sus lágrimas
Toda su corteza se engalanó
de nacimientos como si la lluvia
le hubiese sembrado un manto
de luciérnagas un abrigo de luz
un arpegio mayor de hierbas
florecidas
de nacimientos como si la lluvia
le hubiese sembrado un manto
de luciérnagas un abrigo de luz
un arpegio mayor de hierbas
florecidas
Qué de milagros se pueden
leer en la piel de un árbol si se
detiene uno en cada circunvalación
que en los pliegues de su torso
escribe siempre una historia
de pájaros
Allí están en clave de sol
las huellas de un tiempo que
se mide vertical en la madera
taciturna que alguien alguna
vez quiso trocar en fuego
Pero hoy engalanado de verde se
tiende como un paisaje de hierbas
a hacer el amor con las hormigas
El Libro de los Árboles
inédito
junio / 2011
No hay comentarios.:
Publicar un comentario