A veces
provoca beberse la flor
atragantarse de su néctar
vestirse con sus filamentos de sol
y estirarse hasta alcanzar
la estatura de las pléyades
para luego cerrarse lentamente
en dirección a la tierra
sin otro brebaje que la
noche inmensa
foto y texto
mery sananes
08 de mayo del 2015
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