SIEMBRA PARA OTROS AMANECERES
Carta para Héctor Silva Michelena
en ocasión del homenaje que le hicieran en el día de hoy en el Auditorio de la Asociación de Pofesores de la UCV
Héctor
Las huellas que se hermanan al porvenir y la trascendencia se vuelven
inasibles para los homenajes. Un sentir, hacer y vivir como el tuyo es siembra
que cosecharán otros amaneceres.
Entonces se avistará tu luminosidad. Y serás señalado como uno de los
grandes culpables de pensar en despertares que sólo podrán ser construidos por
la legión de humanos dispuestos a emprender el curso de la otra historia.
A ese oficio has dedicado tu vivir, a sabiendas que lo ejercías desde
las penumbras de un tiempo inconcluso y desgarrado. Y allí, en el sombrío
paraje de las tristezas y los desencantos, te dedicaste a encender candiles
diminutos en los pozos de agua, en la certeza de que desde allí alcanzarían su
destino prometeico.
MILITANTE DE LA IMAGINACIÓN
Y LA ESPERANZA
Y ese sueño, de acuerdo con el postulado de Gerard de Nerval, que tú
haces tuyo, te llevará a una segunda vida. Aquella que nos acerque cada vez más
a una realidad de libertad, belleza y justicia.
Algo que muchas veces ha pasado por tu
imaginación desde aquellos días en que fuiste tomado por las manos y espíritus
del abuelo Dimas y tu profesor Paul Verna, quienes te llevaron a los espacios
del surrealismo.
Tú te habrías adherido a cualquier convocatoria que se propusiera romper
las cercas que anudan el pensamiento, sesgan la mirada y expropian el vivir.
Militaste y militarás siempre en un credo cuyos andamiajes son la imaginación,
la creación, la esperanza enastada en un tiempo de humanos.
DEL EJERCICIO INTELECTUAL A LA POÉTICA
DE LA INVESTIGACIÓN
Por eso has corrido tantas aventuras, dejando en cada una tu esencia.
Tenías la certeza de que la investigación sin la presencia permanente del
hombre real y concreto, vulnerado y
destrozado, que recorre toda la historia, es apenas un ejercicio intelectual
que no logra transgredir las murallas de la muerte continuada.
Y por eso entendiste que sólo tu visión de poeta, de hombre enamorado de
los instantes luminosos que le has robado a los escombros de las ciudades y de
sus habitantes, te podía otorgar la perspectiva exacta para encarar los nudos
de una historia que aún no se desatan.
LA FRAGILIDAD DE LA ROSA
LA ADHERISTE A TU CORAZÓN
Y así lo dijiste: “El tiempo atrapa todo entre sus piedras / menos / la
belleza. Lo bello dura ese instante / eterno en que empieza el fin fugitivo /
de la inmensidad”. Y de este instante imperceptible y a la vez infinito te has aferrado
para poder sobrevivir penas, desolaciones y desesperanzas, sin que nada te
quitara la limpia fragilidad de esa rosa que llevas adherida a tu corazón.
Y por todo eso, Héctor, tu imagen no desaparecerá de
los espejos. Y siempre estarás más allá de los destrozos de la ciudad y el
plomo de un mundo en el que no hay existencia, sino tenaz presencia de la pena,
la tristeza, el dolor.
UN ANDAR SIN ESTRUENDOS
Y ese ha sido y es tu recorrido y tu virtud. Has hechos caminos, con un
andar sin estruendos, como quien cumple un ritual y consagra un compromiso.
Hurgaste el mundo con tu mirar insaciable, recorriste los avatares en busca de
ideas y pensamientos que lo capturaran, te detuviste en las grandes
construcciones teóricas. Y luego confrontaste realidades.
No encontraste en los lechos de la vida, la tierra germinada. Develaste en cada rastro las mismas huellas
de una historia violenta y violentada, que no cesaba, aun cuando las palabras,
los poderes y los actores dijeran cambiar de rumbo.
HUMILDAD DE MAESTRO
SABIURÍA DE ARCILLA
Y entendiste que apenas tenías entre tus manos, unos utensilios que
tendrías que fundir y refundir para con ellos tratar de inventar una visión que
contuviera el porvenir. Y esa gigantesca tarea la emprendiste con la humildad
de los maestros, la sabiduría de la arcilla.
LA LECCIÓN DE SAN JUAN DE LA CRUZ
Y llegaste a apartarte del desiderátum que a muchos ha liquidado y
liquida: vivir sin vivir. Y en esto juega un papel esencial tu cercanía y
compartir con San Juan de la
Cruz. Por eso se te sabe lleno de esperanza y transfiguración de una existencia
que escapa a toda individualidad.
FILOSOFÍA DEL ABRAZO
Y MILITANCIA LIBERTARIA
Si poeta, razones hay de sobra para homenajearte. Pero quienes te
conocemos, te celebramos y reconocemos
cada día, para festejar tu vivir, tu estética de la pasión, tu militancia
libertaria y rebelde, tu filosofía del abrazo y tu entrega incondicional a la
causa de los desasistidos y de los seres de corazón desguarnecido.
MAESTRO FLORICULTOR
Con nosotros, en la
Cátedra Pío Tamayo, has sido y serás siempre uno de nuestros
Maestros Floricultores. Una enseñanza cálida. Un debate sin estridencias. Una
confrontación que invita y no excluye. Una idea que se entrega para que otros
la cultiven, la amplíen, la corrijan y la recreen.
Y desde allí, desde ese recinto de puertas abiertas, habitado por
papagayos sin hilo, venimos a dejarte ese haz de colores que llevan guacamayas en su vuelo. El suspiro que
recogimos en las alas de los lirios que
jamás han zozobrado en las aguas del estanque. La respiración del colibrí
cuando se vuelve mensajero del polen, para que todos ellos te lleven la
expresión de nuestro afecto.
Y más aún, hoy volvemos la mirada a la existencia para sellar contigo
el compromiso inalterable de seguir
contribuyendo a vencer este interminable presente expropiador de vidas e
ilusiones.
SEGUIREMOS TEJIENDO NIDOS COLGANTES
SOBRE EL ÁRBOL DE LA ESPERANZA
Hoy sabemos, querido poeta, que con cánticos como los tuyos, podemos
seguir tejiendo nidos colgantes sobre el árbol de la esperanza que nunca
morirá.
Y con esa convicción, Héctor, y tomando en nuestras manos tu poema, te
decimos: Si tú te vas por encima de las aguas o por debajo de las piedras
hechas de viento y esperas, tus ojos no se entregarán al recuerdo de esas
piedras y las aguas que ya no están.
Irán más allá de la música que nace de las ramas que ayudaste a sembrar,
tan sólo para continuar siendo quien eres: hortelano de sueños, locuras, amaneceres
y amor.
mery sananes
01 de marzo del 2016
Mery, una vez más tus palabras bordan la vida, hoy la del poeta de la ciencia y la ternura. Nunca tan bien hecha la semblanza de un Maestro. Dibujas a ese Héctor Silva Michelena que nos sedujo con su pensamiento, no para embrujarnos sino para mostrarnos una de las miles de estancias, veredas, paisajes que tiene la cartografía del pensar. Amo al hombre de ciencia y al poeta que se sembró en mi desde la primera vez que lo escuché allá por los sesentas en la Sala E de la UCV. Después fue otra historia, el Maestro se hermanó en la mía propia. Amo tu pluma Mery y ya no sé cómo agradecer esos signos que hacen nido muy adentro en mi alma.
ResponderBorrarMery, una vez más tus palabras bordan la vida, hoy la del poeta de la ciencia y la ternura. Nunca tan bien hecha la semblanza de un Maestro. Dibujas a ese Héctor Silva Michelena que nos sedujo con su pensamiento, no para embrujarnos sino para mostrarnos una de las miles de estancias, veredas, paisajes que tiene la cartografía del pensar. Amo al hombre de ciencia y al poeta que se sembró en mi desde la primera vez que lo escuché allá por los sesentas en la Sala E de la UCV. Después fue otra historia, el Maestro se hermanó en la mía propia. Amo tu pluma Mery y ya no sé cómo agradecer esos signos que hacen nido muy adentro en mi alma.
ResponderBorrarLa hermosa pluma de Mery, eterna poeta de la cotidianidad infinita, enaltece con su prosa a Héctor Silva Michelena, maestro de de la decencia y la honestidad cognitiva; pedagogo innato, doctor desde tiempo pretérito. Complacido de tan bello y merecido reconocimiento univer- sitario y como dijo Jesús El Cristo: "Al César lo que es del César". Pocos como Héctor merecen lo que ha recibido el pasado 1º de marzo. RSY.
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