La palabra humana es como un caldero cascado 
en
el que tocamos melodías para hacer bailar a los osos, 
cuando quisiéramos
conmover a las estrellas. 
Gustave Flaubert / Madame Bovary
¿Y por qué
no reparar ese caldero con minerales 
de ternura y aleaciones de amor 
para que
de su hondo recinto salgan 
manjares hechos de estrellas, 
capaces de conmover al
hombre?
foto / mery sananes

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