sábado, febrero 04, 2017

LA LÍNEA



El poeta y amigo Pablo Mora me acaba de hacer llegar un cuento sencillo corto silencioso que sin embargo hace mucho tiempo solíamos mirar compartir y difundir, al punto que cada uno de nosotros nos hicimos de una línea para con ella abrir surcos, dar abrazos, escribir palabras de amor, edificar casas sin puertas, que fuesen guarida y aposento de sueño y esperanzas.

Nos referimos al cuento La Línea escrito por Beatriz Doumerc e ilustrado por su esposo Ayax Barnes, en 1975. Recibió el Premio Casa de las Américas y posteriormente fue censurado por la dictadura militar argentina por considerarlo peligroso.

Hoy pareciera que esa sencilla línea hubiese perdido su lugar en un mundo desbordado de líneas muy distintas que prevalecen hoy sobre las otras.

Hoy vivimos la era de las líneas rectas que dejan los disparos, la línea que sirve para cercar, separar, dividir y nos parece hermoso y necesario recordar esta línea imaginaria que con algún empeño podríamos convertir en una línea real con la cual juntarnos con todos aquellos que, como nosotros, aspiramos un mundo de líneas armónicas, trazadas como una partitura sobre el aire, capaz de producir un canto que llegue más allá de las líneas creadas para dividirnos.

Tal vez podamos reconstruir esa línea de risas que viene esculpida en los ojos de los niños al nacer, la que traza el alba para anunciar la luz, la de los horizontes que se abren para todos mientras navegamos nuestras ilusiones hacia las orillas de los bosques. La que traza el vuelo de los pájaros. Y la que se vuelve puro arrullo en manos de los enamorados de la vida.


Agradecemos a Pablo esta memoria y, como él nos sugirió, hemos querido subir este cuento, hoy digitalizado, a estas Embusterías, empeñadas siempre en apacentar todo aquello que haga brotar la vida y el amor.


 

3 comentarios:



  1. Mery Amiga

    Entre Insomne Sombra

    Ciertamente no queda sino celebrarle a la paz su gloria eterna. Defender el puntal de los arroyos. Editar el diccionario de los árboles en la imprenta más pura de la tierra. Estarse de repente engaritado. Comprender el hallazgo del insomne. Cumplir con la palabra redentora. Cumplir con la promesa de los árboles. Juntar la rebeldía de labriego. Enhebrar con el alma Manifiestos. Contemplarle la gloria l universo. De comensalidad enarbolados, ¡Palabra sola labra nuestra Paz! Voz triste y prolongada la del hombre… entre aullidos de soledad poblado.
    Muy pronto desarmemos l palabra. Enarbolemos la palabra albada. Iremos a la marcha de los árboles. Echaremos el resto en la jugada. Daremos nuestra vida por un arma en paz. De nosotros el voto de los pájaros. Al alimón poblando sombra insomne. Despertando a la nueva madrugada. Aullar junto delante de las sombras. Hundirse, hurgarse, ser, sentirse, serse. Velando a pensamientos desatados. En el silencio en que el insomne flota. En el zaguán del tiempo deshojado. En la hondonada gris de los cimientos. Cantando entre los pinos asombrados, para dar con el canto del asombro. Para que el canto siempre permanezca. Ir de asombro en asombro en sombra insomne. El mágico engranaje que nos falta. Enhebrajes de vida represada. Combustible de tiempos doloridos. ¡Festejo de Palabras Conjugadas! ¡La Línea Universal de la Esperanza! ¡El himno de la vida y la victoria. Entera libertad de la palabra. El corazón, los ojos de los hombres. Basta un lucero para que haya noche. Basta un quejido para que haya día. Ordena el espesor de la tardanza. Amartilla tú sola nuestra guerra. Hasta imponer la claridad del viejo canto. Algún día el oficio de los hombres. Bandera del milagro, luz insomne. Hecha toda de cólera y ternura. A libertad por todos los caminos.
    ¡Salvarse juntos! ¡Festejar la vida! Que es la poesía insurrección. Insurgente la línea, subversiva. Empuñar la palabra fulgurante. Hacerla conflictiva, desgarrada. Acerada por sendas urticantes. ¡A pulso de vinagre, vino y júbilo! ¡Imponer la potestad del canto! ¡Poder de la palabra. Sueño insomne! ¡La lámpara del alma! ¡Sombra insomne!

    Ex Corde
    Pablo Mora
    pablumbre@hotmail.com

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  2. Muy pronto desarmemos la palabra. Enarbolemos la palabra albada.

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  3. Cfr.: https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero29/galmada.html

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