Mudando el corazón
a hilario
regalador del corazón
que se estaba mudando
y que llegó a mis predios
Hoy
cambió mi corazón
La
partitura en tiempo de adagio
escrita
para su latido
venía
fragmentada
en una
disonancia de notas
desde los
días de mi nacimiento
No hay
armonía posible
cuando el
viento está
cuajado
de disparos
Había
perdido su cadencia
en el
trazado de una historia
que nada
sabe del scherzo
que
dibuja el albor
entre la
noche y el día
para que
a nadie se le
expropie
el asombro
de su
vivir
Andaba a
veces a prisa
como
corcel en el mar
y otras
se aquietaba
como el
espejo de un lago
aguardando silencioso
a la luna
Yo lo
arrullaba con el rítmico
canto de
los cardenales
y en las
madrugadas
lo ponía
a reposar
con las
ventanas abiertas
al
silencioso canon de los grillos
Y de
pronto un ser luminoso
vibrante
de colores
estremecido
de arcos
se
apareció en mis predios
mudando
su corazón
Y me dijo
toma éste
que acabo de
descoser de mi traje de yerbas
y
cerbatanas
Aún late
como el pétalo
que se
esconde en la llovizna
de una
rosa
que busca
una guarida donde
ir a
aposentar su arpegio
enamorado
Y ella
misma sin aguja ni
bisturí
con su mágica inocencia
lo colocó en mi pecho
Y
ahora tengo
un
rumor de cuerdas
que
resuena en mi respiración
un pincel
que restaña heridas
y un
latido que se despliega
amoroso
sobre las alas
de este
tiempo de destrozos
21 julio 217
texto / mery sananes
pintura / hilario barrero
Qué hernosura de poema! Muchas gracias, querida Mery! Un beso
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