para víctor toledo
encantador de palabras y jardines
Arbolada la noche
las nubes destejen sus estancias
en un doble ramaje de azahares
Anochecido el bosque
entrega las estrellas de sus esporas
a la espiral de sus andamios
Entre el árbol de la noche
y la noche de los bosques
el azul es el navío
que cruza el horizonte
para ofrendarle a cada
amanecer los gajitos
que el sol riela en el enigma
del poniente
texto y foto / mery sananes
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