La nieve se detiene en la
rama deshojada del árbol
y de pronto se hace rosa
de amor
La gardenia la mira desde
su invernadero de musgo
y alza vuelo hasta
alcanzar otra rama
para allí deslumbrar
la noche con sus faralaos
de luz
Y el cielo sorprendido
juega a enamorar a las dos
ataviado de la
claridad del invierno
y el rocío de las nubes
El hombre desde abajo
mirando tanto amor derramado
por primera vez entiende
que el vivir hay que reinventarlo
en cada una de las estaciones y
aún en los recintos más oscuros
Entonces sonríe se sube al
corcel de la noche y se va
al reencuentro del tiempo
que dejó ir sin sembrar en él
el mágico asombro
de su especie
texto y foto
mery sananes
26 enero 2019
Gluck / Dance of the Blessed Spirits
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