El cielo nublado apenas abrió sus ventanales
cuando ya la luna comenzaba de nuevo a florecer,
después de haber quedado a oscuras
por el paso de este planeta Tierra.
Ojalá en su trayecto se haya bebido
toda la luz lunar a ver si recompone
en algo la inmensa tragedia que crece
cada vez más en este diminuto
punto azul del universo.
Tomadas por una cámara que me acompaña
desde hace más de una década y por las que me dejó
capturar el celular.
mery sananes
19 de noviembre del 2021
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