JORGE ZALAMEA
EL SUEÑO DE LA ESCALINATAS
EL SUEÑO DE LA ESCALINATAS
1964
"de
Venezuela la rica, la riquísima, la mil veces rica, —inesperado centro de
musicalia, sede de la más audaz arquitectura, lonja de artistas, mecenas
estrellado (¡oh antifaz, oh irrisión!)—, de Venezuela humeante de petróleo,
husmeante de pan, azul de hierro, lívida de hambruna, centelleante de
brillantes, mate de malaria, han venido millones de pobres venezolanos y los
millares de sombras que toman aquí, entre nosotros, vacaciones de los penales,
presidios, cárceles, penitenciarías y bóvedas, en que pagan el planteamiento de
un pleito: ¡el vuestro, el nuestro!"
Cincuenta y cuatro
años después ¿qué hemos logrado? ¿qué hemos cambiado? Triste historia que no
avanza hacia la vida, que se ha quedado estancada en la muerte y en los
aplausos de los gendarmes.
Una historia en la
cual el hombre sigue siendo material maleable, artículo desechable, objeto
prescindible.
Y el territorio un
trozo de geografía, negociable al mejor postor, en permanente subasta,
repartido y vuelto a repartir por los poderes, espacio de náufragos, móvil
lugar de los despojados, donde cada vez escapa con mayor fuerza la vida.
¿Qué hará falta para
recuperarla? No pudo la convocatoria del poeta, al pie de las escalinatas,
mover la audiencia en dirección a su sueño:
No más Palacios!
¡Sólo casas!
¡Sólo hogares para el hombre!
¡Acusa, acusa la audiencia!
¡No más cólera!
¡No más odio!
¡Sólo el amor, el viril amor del hombre por su especie y por su semejanza!
¡Sólo casas!
¡Sólo hogares para el hombre!
¡Acusa, acusa la audiencia!
¡No más cólera!
¡No más odio!
¡Sólo el amor, el viril amor del hombre por su especie y por su semejanza!
Y la especie se va
extinguiendo y el hombre no parece aún encontrar a su semejante.
¡El reto sigue en
pie!!
Jorge Zalamea
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